Presidente IPD participó del relevo dela antorcha parapanamericana

En su segundo día de recorrido, el presidente del Instituto Peruano del Deporte, Sebastián Suito López portó la Antorcha Parapanamericana en el distrito de Lince. El fuego de los deportes Para panamericanos sigue iluminando las calles más emblemáticas de la capital y transporta los valores del paralimpismo entre deportistas y personalidades sobresalientes del país.

Este jueves 22 de agosto, la llama Parapanamericana partió del Óvalo Monitor, ubicado en el distrito de Santiago de Surco. Luego, ingresó por la avenida Javier Prado hasta la avenida Circunvalación, para posteriormente atravesar las avenidas Canadá, Pardo de Zela y Petit Thouars.

“Me siento emocionado y feliz de ser portador de la antorcha Parapanamericana previo a la inauguración de los Juegos Parapanamericanos. Es todo un honor estar con los Para deportistas y sentir en las calles la alegría de los niños que no dejan de decir Perú País de Ganadores. Eso es emocionante porque estamos construyendo un mejor país”, indicó Sebastián Suito quien le entregó el relevo de la antorcha a Luisa Villar, presidenta de la Asociación Nacional Paralímpica del Perú.

Seguidamente, la Llama dejó su estela por el Circuito Mágico del Agua, para después ir rumbo a las avenidas 28 de julio, Garcilaso de la Vega, Paseo Colón, Paseo de Héroes Navales, Paseo de la República.

En su segundo tramo, el símbolo que encarna el espíritu de los Juegos se emplazó en la Plaza San Martín, para continuar por el jirón Carabaya hasta la simbólica Plaza Mayor de Lima, recorriendo la calle Conde de Superunda, y las avenidas Tacna y Garcilaso de la Vega (ex av. Wilson).

En su último tramo, la caravana Parapanamericana tomó las avenidas Uruguay, Venezuela, Arica y Tingo María para ir en dirección a la Plaza de la Bandera. En ese contexto, transitó por las avenidas Sucre, La Marina, Universitaria, Mariano Cornejo hasta llegar a la Huaca Mateo Salado.

En este último intervalo, en uno de los santuarios más célebres de Lima, la llama Parapanamericana fue recibida con una ceremonia en la que se buscó que la ciudadanía se reencuentre con lo más sobresaliente de su patrimonio histórico y cultural.