Alexandra Grande, nacida con la estrella de una campeona
Nota de prensa
6 de agosto de 2019 - 8:39 a. m.
Hace 29 años, la entonces karateka Mercedes Risco disputaba la final de un campeonato nacional. Durante la pelea, sus compañeros de equipo se dieron cuenta de que se defendía con la guardia baja, que se protegía el vientre con una técnica de defensa un tanto inusual.
Quizá fue por error o porque quería que la pelea se acabase de una buena vez. Lo cierto es que noqueó involuntariamente a su contrincante y perdió la medalla oro. Fue una pelea atípica la de Mercedes a quien, luego de unos días, le confirmaron que tenía tres semanas de embarazo.
Ocho meses después nacería Alexandra Grande Risco, hoy medalla de oro en Los Juegos Panamericanos Toronto 2015, campeona mundial de Karate en Breslavia 2017, poseedora de los Laureles Deportivos en el grado de 'Gran Cruz', el más alto honor que puede recibir un deportista del estado peruano, y una de las principales cartas de su país para conquistar una medalla en Lima 2019.
Alexandra entrena en el colegio IE Juan Guerrero Químper, del distrito limeño de Villa María del Triunfo, junto a sus compañeros de selección de kata y kumite. Desde la tribuna de prensa se puede apreciar el carácter alegre y jovial de la campeona panamericana.
Mientras todos muestran el rictus de la concentración o un rostro adusto, ella sonríe. Mientras todos descargan con un grito siguiendo cada golpe, ella salta jugando con una pelota. No es que muestre desinterés, más bien libera su verdadera personalidad, incluso cuando pelea.
“Alexandra siempre está bien. Nunca he visto que llegue mal o que tenga un mal rendimiento en un campeonato. Ese carácter extrovertido y alegre lo mantiene desde que era solo una niña, la motivación está siempre presente en ella”, nos dice su entrenador Roberto Reyna.
Reyna no es el entrenador de la selección nacional. Es el entrenador personal de Alexandra y quien la acompaña desde los ocho años. Mantenerlo como preparador de Alexandra no fue fácil. Fue la misma campeona que luchó para que Reyna lo acompañe en sus peleas.
“Desde que la conocí mantiene el mismo espíritu. Y su único secreto es entrenar con alegría. Competir con pundonor. El deporte es, en muchos casos, mezquino y ya tenemos una historia desde hace 21 años. El ejemplo y los consejos que le doy, ella los toma sin discutir. Es como una hija para mí”, afirma el técnico peruano.
Alexandra forma parte del equipo de kumite, conformado por 10 peleadores entre damas y varones, liderados por el entrenador Gilberto PARRA (Venezuela), quien lleva solo ocho meses frente a la selección peruana.
“Actualmente, si nuestra selección, lo haría por un puntaje mínimo. Tenemos un nivel tan alto que podemos aspirar al podio en cualquiera de las modalidades. La fortaleza del equipo es la ofensiva, donde la experiencia de nuestros seleccionados es nuestra mejor carta. Alexandra es el pilar de nuestra delegación, pero no es la única dentro del equipo que puede aspirar al podio”, resalta el técnico peruano.
Alexandra es una deportista atípica dentro del circuito nacional. Resalta a su sensei en sus cuentas personales. Juega con los más jóvenes dentro de la selección. No da declaraciones antes de una competencia tan importante como los Panamericanos.
Pero, sobre todo, es una persona agradecida. No solo con su país, no solo con su entrenador, sino con la vida misma. Y con su madre que, guiada por un impulso protector, mantuvo la guardia baja en aquel combate en el que noqueó a su rival, sacrificando un título nacional, solo para proteger, sin saberlo, a esa gran campeona que ya llevaba en el vientre.
FUENTE: Lima 2019.