Vulcanólogos de Perú y España comparan erupción en la isla de la Palma con la del Sabancaya

Nota de prensa

Fotos: Ingemmet

Ingemmet

28 de setiembre de 2021 - 4:23 p. m.

Especialistas en vulcanología del Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (OVI) junto al Dr. José Marrero, especialista de la Asociación Volcanes de Canarias, realizaron una comparación entre los volcanes Cumbre Vieja (España) y Sabancaya (Perú) para responder la interrogante: ¿qué tan grande es la erupción en la isla de La Palma en comparación a las ocurridas en el Perú?
En la isla de La Palma (Islas Canarias, España), el volcán Cumbre Vieja entró en erupción el domingo 19 de setiembre. Los especialistas señalaron que esta erupción es de tipo estromboliana y tiene una capacidad de destrucción notable debido a los ríos de lava.
Para comprender la magnitud de este proceso se comparó con la actividad actual del volcán Sabancaya, en erupción desde noviembre de 2016, ubicado al sur del Cañón del Colca, en el departamento de Arequipa, Perú.
Es importante considerar la diferencia que existe entre un volcán en erupción, en estado activo, dormido y extinto. En el primer caso el volcán está emitiendo material magmático en distintas formas y estados (p. ej. Sabancaya); mientras que en el segundo caso toda la actividad ocurre en el interior, la mayor parte de ella solo es detectada a nivel instrumental y en ocasiones puede hacer cosas sentidas por la población (p. ej. Misti). Un volcán dormido es aquel cuyo nivel de actividad es mínimo (base) pero que tiene el potencial para despertar en cualquier momento y generar una erupción (p. ej. Chachani). Finalmente, el extinto es aquel que ya no puede producir una erupción (p. ej. Pichu Pichu).
El volcán de la isla de La Palma se encuentra en estos momentos en erupción, tras pasar por un proceso de reactivación que inició en 2017. De igual manera, el volcán Sabancaya se reactivó en el año 2013 e inicio su actual proceso eruptivo 3 años después (2016).
Es importante mencionar que, ambas erupciones son diferentes. El volcán de la isla de La Palma registra una erupción de tipo estromboliana, es decir, una erupción que además de presentar explosiones y ceniza volcánica genera principalmente flujos de lava. Mientras que la erupción de volcán Sabancaya es una erupción de tipo vulcaniana, caracterizada por presentar principalmente explosiones y emisión de ceniza volcánica.
Sin embargo, las erupciones volcánicas presentan cambios de dinámica constantes, o lo que es lo mismo, una erupción puede tener tipos de actividad eruptiva distintas a lo largo de su duración (si es prolongada), de hecho, el volcán de Cumbre Vieja empezó emitiendo principalmente lavas y ahora se está volviendo más explosivo, con mayor cantidad de cenizas. Más información sobre los tipos de erupciones se encuentra en la página del Observatorio Vulcanológico del Ingemmet - OVI (http://ovi.ingemmet.gob.pe/).
Una de las principales diferencias entre ambos volcanes se refiere a la localización de los centros de emisión. Mientras en el volcán Sabancaya está bien definido y localizado, al ser un estratovolcán; en el caso de La Palma la isla entera es un volcán donde no se sabe con exactitud dónde se va a abrir la siguiente boca eruptiva, siendo la mitad sur (la más joven) la que cuenta siempre como mayor probabilidad. Esto hace que cuando el volcán se activa, exista una gran incertidumbre sobre qué zona será afectada finalmente. Además, hay que tener en cuenta que en el caso de La Palma la gente vive en las faldas del volcán, en cambio, en el Sabancaya, los poblados están asentados a 25 km de distancia de este.

Respecto a las señales de reactivación, así como la mayoría de las erupciones, ambos volcanes produjeron señales precursoras con varios años de anticipación, principalmente registrando actividad sismo-volcánica asociada al fracturamiento interno bajo el volcán y procesos de deformación del suelo por la migración del magma profundo hacia la superficie.
Una de las primeras señales reportadas en el volcán Cumbre Vieja fue la actividad sísmica, registrando un total de 10 enjambres de corta duración desde el año 2017, el último inició dos semanas antes de la erupción con más de 4 200 sismos, siendo sentidos unos pocos de ellos en la fase previa a la erupción y aún en la actualidad. Una actividad similar se presentó en el volcán Sabancaya antes del inicio de la erupción; desde el año 2013 a la fecha, se han registrado más de 25 enjambres sísmicos, sin embargo, la cantidad de sismos por enjambre no fue mayor a 1 000 sismos.
Durante la erupción del volcán Cumbre Vieja se registra tremor volcánico, que son vibraciones continuas por el flujo de gases y magma en el interior del volcán que al llegar a la superficie genera coladas de lava y emisiones de ceniza con altitudes menores a los 5 km. En cambio, en el Sabancaya, las vibraciones del suelo durante el proceso eruptivo están asociada al fracturamiento interno del volcán, el flujo de gases y a la ocurrencia de explosiones y emisiones continuas de gases y ceniza.
Otra de las señales registradas en estos volcanes es la deformación del suelo, la cual ocurre a causa de la presión que ejerce el magma bajo el volcán al intentar ascender deformando la superficie. Para medir estos cambios en superficie, se utilizan datos satelitales como receptores GNSS e imágenes de radar (SAR). De acuerdo con esta información satelital, el suelo en la parte sur de la Isla de La Palma ha mostrado un levantamiento de 30 cm en la última semana. Para comprender la magnitud de la cantidad de magma presente en esta erupción, resulta interesante indicar que el suelo en el volcán Sabancaya demoró aproximadamente seis años en alcanzar dicha magnitud de levantamiento.
El volcán Cumbre Vieja ha emitido también dióxido de azufre (SO2) hacia la atmósfera en un rango de 6,000 a 10,500 t/día. Este dato triplica la cantidad de SO2 emitido actualmente por el volcán Sabancaya, sin embargo, estos valores altos registrados en Cumbre Vieja son similares al periodo donde se identificó el emplazamiento y crecimiento acelerado del domo de lava “Huk” en el Sabancaya (2019).
Según lo reportado por especialistas, la energía térmica radiada por el flujo de lava en la Isla de La Palma se compara a la energía que podría llegar a liberar el equivalente a 30 bombas atómicas, como la de Hiroshima; o a más de 20 millones de euros de electricidad al día, de acuerdo al precio actual del megavatio-hora (MW/h) en España.
Haciendo una analogía, la máxima energía térmica radiada en el primer domo de lava del volcán Sabancaya (~100 MW) llegó a liberar la energía equivalente a solo media bomba atómica o lo que también sería semejante a casi 65 mil soles de electricidad según la tarifa actual en la ciudad de Arequipa.
Anteriormente Ingemmet publicó información de ¿por qué en Perú no son frecuentes las erupciones con flujos de lava’, puede revisar la nota de prensa en el siguiente enlace https://www.gob.pe/institucion/ingemmet/noticias/494029-por-que-en-peru-no-son-frecuentes-las-erupciones-con-flujos-de-laval.