Expertos del Ingemmet advierten sobre peligros por deslizamientos y huaicos en Bagua
Nota de prensa
14 de febrero de 2025 - 8:47 a. m.
Amazonas, Perú – Un reciente estudio del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) ha identificado zonas con alto peligro de deslizamientos y huaicos (flujos de detritos) en las localidades de Espital, Chullo y Naranjos, en el distrito de Bagua. El estudio recomienda tomar urgentes medidas preventivas para proteger a la población e infraestructura local.
Las zonas evaluadas presentan una combinación de factores que las hacen especialmente susceptibles a generar movimientos en masa (deslizamientos, huaicos). Las laderas están compuestas por rocas calizas y lutitas calcáreas altamente fracturadas, cubiertas por sedimentos arcillosos con capacidad de retener agua. A esto se suma la topografía accidentada de la región, con pendientes de entre 15° y 45°, lo que facilita el desprendimiento de material.
Cuando llueve intensa y/o prolongadamente, el agua se infiltra en el suelo, reduciendo su cohesión, aumentando la probabilidad de ocurrencia de deslizamientos y posteriormente flujos de detritos. Las precipitaciones extremas en la región, pueden superar los 70 mm en un solo día durante la temporada de lluvias (enero a marzo), son el principal desencadenante de estos procesos.
El informe de INGEMMET señala que, de no tomarse medidas de mitigación, 3 viviendas, 190 metros de carreteras, 9.6 hectáreas de tierras agrícolas y 300 metros de canales de riego podrían verse gravemente afectados por estos eventos. Las comunidades locales dependen de estas infraestructuras para su vida cotidiana, por lo que un deslizamiento podría generar pérdidas económicas y aislamiento.
Las evaluaciones realizadas indican que la localidad de Espital se encuentra en Peligro Muy Alto por deslizamientos y Peligro Alto por flujos de detritos. En Chullo y Naranjos, el riesgo de deslizamientos varía entre Alto y Muy Alto, mientras que los flujos de detritos representan Peligro Alto.
Frente a este panorama, los expertos recomiendan una serie de acciones para reducir el riesgo y evitar tragedias:
- Reforestar las laderas con especies nativas que ayuden a estabilizar el suelo.
- Construir sistemas de drenaje en la parte superior de las pendientes para controlar el agua de lluvia.
- Sellar y nivelar los escarpes donde ya se han producido desprendimientos, evitando su avance.
- Monitorear constantemente las zonas de riesgo con tecnología de sensores y observación satelital.
- Canalizar quebradas y cursos de agua para evitar la erosión de los suelos.
- Implementar riego tecnificado para evitar la saturación del suelo en terrenos de cultivo.
Este estudio resalta la necesidad de que las autoridades locales tomen medidas inmediatas para reducir la vulnerabilidad de las comunidades expuestas. La prevención es clave en la gestión de desastres, y con acciones coordinadas se pueden evitar pérdidas humanas y económicas.
El rol de la población también es importante: Informarse sobre los riesgos, estar atentos a signos de inestabilidad en el terreno y seguir las recomendaciones de las autoridades pueden marcar la diferencia entre la seguridad y la catástrofe.