Intendencia Nacional de Bomberos del Perú (INBP) celebra la Semana de Integridad: Promoviendo una cultura de ética y transparencia

La corrupción es uno de los mayores desafíos que enfrenta el Perú. Este problema sistémico no solo erosiona la confianza en las instituciones públicas y privadas, sino que también perpetúa la desigualdad, afecta la calidad de los servicios esenciales y limita el desarrollo económico.

En este contexto, la Semana de Integridad 2024, organizada por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), surge como una iniciativa crucial de la Intendencia Nacional de Bomberos del Perú para promover la transparencia y fomentar una cultura ética en todos los niveles de la sociedad.

La integridad, entendida como la adhesión a principios éticos y a un comportamiento honesto, es un antídoto poderoso contra la corrupción. Sin embargo, promoverla va más allá de proclamar valores; implica un cambio estructural en la forma en que se gestiona el poder y se toman decisiones en el país. Esto incluye, además de una conducta ética por parte de las personas, fortalecer los mecanismos de control, garantizar la independencia de las instituciones fiscalizadoras y empoderar a la ciudadanía para que participe activamente en la vigilancia de los recursos públicos.

La Semana de Integridad 2024 es una oportunidad para reflexionar sobre los avances y retos en la lucha contra la corrupción, así como para intercambiar experiencias y herramientas que permitan consolidar una cultura de integridad. Más allá de las actividades programadas, el éxito de esta iniciativa de la INBP dependerá de su impacto a largo plazo. Es necesario que los compromisos asumidos en este espacio se traduzcan en políticas públicas efectivas y en un cambio real en las prácticas de los sectores público y privado.

El Perú necesita más que leyes contra la corrupción; requiere un cambio cultural en el que la ética y la transparencia sean valores centrales. La Semana de Integridad, impulsada por la Intendencia Nacional de Bomberos del Perú, es un paso en esa dirección, pero la responsabilidad de construir un país íntegro recae en todos: autoridades, funcionarios, empresas y ciudadanos. Solo así podremos erradicar la corrupción y garantizar un futuro más justo y próspero para todos.