Descubriendo el Lugar Seguro: El arte como herramienta de sanación con el apoyo de voluntarios para residentes del CAR Gracia

Tras cuatro intensos meses de exploración emocional en el taller de artes expresivas, las residentes del CAR Gracia del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif) han descubierto que un "lugar seguro" no es necesariamente un espacio físico, sino un rincón que cada una puede encontrar en su propio ser. Esta revelación culminó con una emotiva puesta en escena durante la clausura del taller, donde no solo exhibieron sus talentos artísticos en la actuación, sino, sobre todo, su inquebrantable fortaleza para superar adversidades.

Doce de estas jóvenes, incluyendo "Rosario," "Karina," y "Edelma," procesaron sus sentimientos terapéuticamente todos los jueves, de julio a octubre, en el inspirador taller llamado "Mi Lugar Seguro." Aquí, juegos, manualidades, danza y actuación se fusionaron para crear una presentación cautivadora, gracias a la colaboración de la asociación cultural TeatroVivo y la organización Tejiendo Sonrisas, ambas integrantes del voluntariado del Inabif.

La función se llevó a cabo en un escenario oscuro, lo que resaltó los  coloridos trajes que lucieron estas jóvenes. El espectáculo comenzó con un juego diseñado para ayudarlas a superar la timidez y aumentar su confianza en el escenario. "Hola, me encanta el ceviche, pero no me gusta la morcilla", expresó "Patty," quien lanzó una pelota de plástico a su compañera "Lupe," quien compartió sus gustos y disgustos de manera similar.

El entretenimiento continuó con el juego "Ha llegado una carta... ¿para quién?," donde las adolescentes se soltaron y el público disfrutó de sus ocurrencias. Acto seguido, protagonizaron una coreografía musical con acompañamiento instrumental, incorporando elementos decorativos como telas de colores que se movían con gracia.

El momento más divertido llegó con una jocosa escenificación del cuento infantil "Caperucita Roja," en la que "Raquel" hizo una graciosa interpretación del Lobo. Esta emocionante puesta en escena fue dirigida por Olga Bárcenas, tallerista de TeatroVivo, y el actor Melvin Quijada.

El arte se ha convertido en un medio de sanación, como lo expresó Olga Bárcenas, gerente de proyectos sociales de la asociación cultural TeatroVivo: "El objetivo ha sido promover la estabilidad emocional de las residentes y fomentar la recuperación de momentos agradables. Hemos recurrido a diversas técnicas para abordar la apatía y la falta de energía que a veces surge entre las personas que atraviesan momentos difíciles".

 Al principio, conectar con nuestras emociones, fue doloroso, pero el compartir vivencias nos unió y  enseñó a expresarnos con actitud y a transmitirlo con la palabra, la postura y mucha convicción. "Hemos aprendido que el movimiento corporal es importante para transmitir seguridad. A pesar de las adversidades, debemos salir adelante y pensar positivamente. Debemos tener paciencia y mantenernos en pie. El pasado es pasado", expresó "Claudia," una residente de 17 años.

Al final de la actuación, las residentes compartieron con emoción unas cajas de cartón decoradas y ambientadas, cada una representando su "lugar seguro". "Mary" diseñó un espacio con un televisor, mientras "Lupita" colocó una simple cama donde pueda descansar. "Hice esta caja al inicio del taller; ahora sé que mi lugar seguro está en mí y se resguarda con mis afectos," enfatizó "Lupita," quien, al igual que sus compañeras, recibió un merecido certificado por completar el taller con éxito.

Este enriquecedor taller de artes expresivas también fue posible gracias al estímulo económico que obtuvo la Asociación Cultural TeatroVivo del Ministerio de Cultura, que permitió la adquisición de vestuario e implementos para la escenografía, como luces y utilería. TeatroVivo ya había llevado a cabo la creación colectiva "Descubriendo mi Poder" el año pasado en este centro del Inabif, que pertenece al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).