La lucha de Mereida, madre de cuatro niñas en orfandad

Nota de prensa
Con apoyo del MIMP, a través de la Asistencia Económica, sale adelante junto a su familia
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Fotos: Sub Unidad de Comunicación e Imagen

Sub Unidad de Comunicación e Imagen

18 de abril de 2023 - 12:02 p. m.

En el asentamiento humano Puerto Esperanza del distrito de Pucusana, al pie de una loma que destaca por la arena y el olor a mar, doña Mereida Labán Jiménez y sus cuatro hijas afrontan día a día los desafíos de la vida para salir adelante en una casa de triplay con techo de calaminas.

La situación no es para menos, hace casi dos años Pablo, esposo y papá, perdió la batalla ante el Covid-19 y las dejó en una inmueble alquilado, escasos recursos económicos y cientos de interrogantes del por qué el infortunio tocó sus puertas en momentos que las niñas más lo necesitaban.

Durante más de un año doña Mereida bregó a brazo partido en el muelle artesanal limpiando pescado o ayudando a comerciantes para solventar los gastos de la familia. Muchas veces pensó en regresar a su tierra en Piura, pero la idea de no arriar los planes que habían trazado con el difunto, ocho años antes al anclar en estos lares, la retuvo.

La buena noticia

Cuando todo parecía complicarse, una prima la llamó desde el norte para informarle que el Estado, a través del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y el Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), brinda la asistencia económica de 200 soles mensuales a cada niño, niña y adolescente en situación de orfandad, y que sus hijas podrían ser beneficiarias.

Con ayuda de su familiar presentó la solicitud y tras el proceso de validación de datos recibió la llamada telefónica del Inabif para comunicarle que las niñas serían incorporadas en el siguiente padrón de beneficiarios.

Fue informada también en detalle sobre el carácter de la asistencia económica por orfandad, le hablaron del uso irrestricto del fondo en educación, alimentación, vestimenta, salud emocional y física, entre otros, que tengan incidencia directa en el desarrollo integral de las beneficiarias, caso contrario podría suspenderse hasta que se garantice el cumplimiento del fin establecido.

Apoyo del Estado

Al primer cobro sus hijas fueron las más emocionadas por la posibilidad de subsanar tantos anhelos negados desde la ausencia del padre y también por ver a su madre menos angustiada, sobre todo cada vez que debe ir al mercado o se enfermaba alguien.

Con orientación del equipo del Inabif, doña Mereida organizó la distribución del fondo y realizó las compras de mayor prioridad. “Es un apoyo que cae del cielo y debo administrarlo como corresponde para que mis pequeñas se alimenten mejor y vayan al colegio con todos sus útiles”, expresa. 

Supervisión de la asistencia

En cumplimiento de sus funciones establecidas en la Ley 31405, que instaura la Asistencia Económica por Orfandad, un equipo del Inabif llegó la última semana a la casa de las beneficiarias para conocer el estado general de la familia y supervisar el uso del recurso.  La supervisión tiene por finalidad verificar que la asistencia económica esté orientado a fines de alimentación, educación, salud física y mental u otros asociados al desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.

Durante la entrevista, Mereida, madre de Blanca (6), Oriana (10), Gianella (12) y Leydi (14), muestra entusiasmada los útiles y prendas escolares que ha comprado esta vez para sus hijas, también exhibe los recibos de pagos conexos de escolaridad que ha realizado.

Una integrante del equipo de supervisión le pide que le cuente cómo realiza la compra de alimentos y cómo los conserva. Con buen ánimo las invita a pasar a su cocina y les muestra el sector donde almacena leche, avena, arroz, azúcar y otros que ha adquirido para el mes. De la misma forma abre el refrigerador en el que se observan los productos que requieren conservarse en frio.

“Prefiero comprar para varios días porque ahorro en transporte, tiempo y aprovecho las rebajas; además por aquí cerca pasó el huaico y tengo temor de quedarnos aislados y sin alimentos”, refiere.

Supervisión satisfactoria

Esta vez el resultado de la supervisión del uso de la asistencia es satisfactorio. Doña Mereida, en su calidad de administradora del fondo, ha mostrado evidencias de que está utilizándolo en sus hijas. Las beneficiarias están asistiendo al colegio, cuentan con sus útiles de estudio, gozan de salud y han podido renovar parte de su vestimenta.

“Yo sigo trabajando en el muelle porque hay otros gastos que afrontar, sin embargo, siento que ya no estoy tan sola, tengo el apoyo del Estado para que mis hijas se desarrollen y sean personas de bien”, sostiene.

El equipo le felicita por su responsabilidad y le recuerda que las visitas domiciliarias son parte del mecanismo de supervisión y que se complementa cruzando información con entidades públicas o privadas, con la finalidad de corroborar el buen uso de la asistencia.