Inabif promueve el retorno de residentes CAR al seno familiar

Retornar al lado de padres y hermanos, a sentir nuevamente el amor y calor de hogar, es el anhelo de toda persona que por alguna razón especial ha tenido que vivir alejado de su familia. Este es el caso de Tania, una joven con discapacidad mental, que ha logrado reincorporarse a su entorno parental tras permanecer un tiempo bajo el cuidado del Programa Integral Nacional de Bienestar Familiar (Inabif), del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).

Para este importante paso, el personal del Centro de Acogida Residencial (CAR) Renacer, en el cual estuvo albergada, acompañó permanentemente a su familia para generar las condiciones de una adecuada tenencia que le permita ejercer su derecho de vivir con los suyos y afianzar su desarrollo emocional a partir de esta compañía.

Durante el tiempo de permanencia, la residente ha recibido atención en su salud completando su esquema de vacunas contra el COVID-19 y el seguimiento respectivo de su diagnóstico médico de retardo mental moderado en el Hospital de Noguchi, a través del Seguro Integral de Salud (SIS).

Como parte del proceso del retorno a casa, se visitó la vivienda de los padres en el AAHH. Virgen de las Mercedes del distrito de San Martin de Porres, para constatar su ubicación y su situación socio familiar, la verificación de su documentación personal como el Documento Nacional de Identidad (DNI) y carnet del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis).

Miguel y Lili, padres de Tania, hace dos semanas presentaron la solicitud de tenencia ante la Unidad de Servicios de Protección de Personas con Discapacidad (Usppd) del Inabif y la salida se concretó el jueves 12, en medio de aplausos y buenas vibras dedicadas por sus compañeras y tutoras. “Cuídate mucho” y “Buena suerte Tania” le expresaban mediante carteles.

En la puerta, Tania fue abrazada con emoción y cariño por sus familiares que llegaron para llevarla a casa, luego agradecieron al personal del CAR por la atención brindada y acompañar el proceso para garantizar su bienestar en el seno de la familia. Como parte del protocolo, trabajadoras sociales de la institución fueron hasta su domicilio con la exresidente, donde se encontraban su mamá, tíos y otros familiares que la esperaban con alegría.