LOS JARDINERITOS DEL INABIF

“Tengo que traerles bloqueador. Ya empezó el Sol. Por su bien, no quiero que les dé insolación”. La preocupación de la psicóloga que asiste a los jóvenes jardineros  no sólo es de ella. También es nuestra. De toda la institución.

Son siete

Con esa intranquilidad de la psicóloga Fátima Jacinto Ubillús, empezó el primer contacto con los siete jóvenes con discapacidad moderada (5 del CAR San Francisco de Asís, uno del CAR San Miguel Arcángel y uno del CAR Renacer),  quienes laboran en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) como jardineros y que a decir de los que trabajan aquí, son los mejores.

Tan sólo verla aparecer, los dos Luis, Jean Carlo, Raúl, y Christhofer, corrieron a su encuentro y la saludaron como quién no ve a su mamá hace tiempo. “¿Cómo estás? Bien”, dice uno de los Luis. “Hola Raúl: ¿Y comiste tu pollito a la brasa ayer? Claro, estaba rico”. Jean Carlo y Christhofer le inquirían para que viera sus trabajos: jardines limpios, árboles bien cuidados. Grass impecable. Y Fátima más orgullosa no podía estar.

Convenio exitoso

En agosto del año pasado, el INABIF, a través del Programa Perú Responsable del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, firmó un convenio con la empresa Xenix Perú SAC, destinado a contribuir a la mejora de capacidades técnicas para incrementar la empleabilidad y/o generación de autoempleo de poblaciones vulnerables pertenecientes a Centros de Atención Residencial (CAR).

La ejecución del convenio está a cargo de la Unidad de Servicios de Protección de Personas con Discapacidad (USPPD).

“El convenio es un éxito. Ahora están contentos, de sentirse útiles. Tienen una autoestima más reforzada. Sus habilidades sociales se han incrementado. Ahora son chicos capaces de interrelacionarse, conversar o decir lo que sienten y lo que quieren” recalcó la psicóloga.

Los sueldos de los jóvenes son depositados en una cuenta de ahorro manejado por sus tutores y con el área educativa se coordina para comprarles los artículos que necesitan.  Los fines de semana salen con sus tutores al cine, algún centro comercial, museo o restaurante.

Y gracias a este convenio es que los jóvenes están aquí, en los jardines que rodean la sede central del MTC, en la avenida Zorritos, cuidándolos y mejorándolos. Pero, ¿quiénes son?

Aquí están, ellos son

Con mucho cariño, con mucho respeto, se los presentamos. Las damas primero: Rosa Llataco Valles, del CAR San Miguel Arcángel; del CAR San Francisco de Asís: Luis García Cabanillas, Jean Carlo Becerra Rosales, Raúl Chávez Gamboa, Christhofer Medina Santos, y Luis Mintúa Huancasi. Y del CAR Renacer Miguel Ángel Pereda Bedoya.

Todos se conocen, todos son amigos, todos se bromean, todos se preocupan por el otro. Y se prestan sus herramientas de trabajo para salir mejor en las fotos.

El CAR San Francisco de Asís atiende a adolescentes de 12 a 18 años de edad con discapacidad intelectual moderada. El CAR Renacer alberga a jóvenes y adultos de 18 a 59 años de edad con discapacidad intelectual asociado a trastornos de desarrollo orgánico, cerebral y psicosis, mientras que el CAR San Miguel Arcángel acoge a niños, niñas y adolescentes en estado de abandono, vulnerabilidad y riesgo.

La Rosa del Jardín

Como toda dama, se hizo esperar. No fue porque quiso, sino que el despacho de Secretaría General del MTC la había llamado de manera urgente para arreglar varias macetas del despacho ministerial. Media hora después nos dijo que estaba feliz en las labores que cumplía en el cuidado de jardines.

“Deshierbo, arreglo macetas, me gustan las plantas, son muy delicadas. Las cuido. Me encantan las rosas, a los geranios los siento”, manifestó Rosita, como la conocen aquí. 

Nos precisó que este es el primer paso para seguir progresando en la vida. “No toda la vida puedo estar acá. Me gustaría ser veterinaria, estar al cuidado de los animales. Tengo 25 años y voy a hacer otras cosas porque el INABIF me apoya bastante y me ha dado un nuevo hogar”, sentenció, segura de sí misma.   

Por supuesto que sí Rosa. El mundo es tuyo. Y de tus amigos, los jardineritos del INABIF.