ENTRE PASTELES, TORTAS Y EL CARIÑO FAMILIAR

Constancia, perseverancia y superación. Así puede resumirse parte de la historia de la señora Martha Sierra Chuquino, quien combina de manera adecuada sus tareas de esforzada madre - para sacar adelante a sus cuatro retoños- y sus nuevas labores de novata empresaria de pastelería fina que le generan ingresos económicos .

En esta nueva situación familiar, INABIF ha puesto su granito de arena en su afán de atender a todas las personas en situación de riesgo para fortalecer y potenciar sus capacidades a fin de que alcancen su bienestar y desarrollo personal.

Historia de esfuerzo

La señora Martha Sierra Chuquino pasaba rápidamente, sin detenerse, todos los días por el frontis del Centro de Desarrollo Integral Familiar (CEDIF) Pestalozzi del INABIF, en Cárcamo, Cercado de Lima. Hasta que un día un anuncio pequeño le llamó la atención: el dictado del curso de elaboración de tortas. Lo tomó, lo terminó, y los queques que hacía de manera esporádica alegraban a sus hijos. Pero allí quedó este primer esfuerzo ya que los problemas familiares la desbordaban.

 

La señora Sierra Chuquino es usuaria del CEDIF Pestalozzi desde marzo del 2015, pero se retiró en agosto del mismo año, debido a que nació su cuarto hijo con problemas neurológicos, situación que la marcó emocionalmente al igual que a su esposo, y afectó su dinámica familiar.

Su familia está constituida por su hijo Abel, de 15 años, usuario del servicio de Promoción del Adolescente del mencionado CEDIF;  Cielo, de 10 años, usuaria del Servicio de Desarrollo Complementario; Angel, de 5 años, y Dominic, de 2 años.

Tras pocos meses de dubitación y gracias al impulso de la educadora Angélica Peña (Pestalozzi), a inicios del 2016 doña Martha regresó al CEDIF e inició el desarrollo de su emprendimiento, perfeccionando y capacitándose en la elaboración de buffets y tortas finas que la han llevado a la fecha a establecer un negocio familiar (Dominick, Tortas y Buffet), con el cual atiende eventos, agasajos, cumpleaños y todo tipo de celebraciones.

“Me requieren bastante por la calidad y el sabor de mis productos. Y gracias también al INABIF y al CEDIF Pestalozzi que ayuda a mi hijo Abel, él me da una mano en la atención de los eventos como mi mozo exclusivo. Mi idea es crecer como familia y mujer emprendedora, estar más unidos que nunca. Mis hijos chequean las redes sociales y me ayudan en la decoración de las tortas. La familia es sagrada”, señaló Martha.

Un logro significativo es el alcanzado por  el adolescente Abel, quien forma parte del Proyecto de Desarrollo de Responsabilidad Social del CEDIF Pestalozzi. De manera gradual y progresiva, fue adquiriendo competencias y habilidades para el liderazgo empático, fortaleciendo sus valores y su pensamiento reflexivo. De ser un adolescente tímido, ahora puede expresarse de manera fluida ante cualquier público y en cualquier circunstancia.

Cielo también es usuario en el CEDIF en el Servicio de Desarrollo Complementario, con un excelente rendimiento escolar. Participa del proyecto piloto de "Ética y Ciudadanía".

Ingreso familiar

Doña Martha señaló que los ingresos que obtiene por su nueva actividad empresarial son destinados prioritariamente a pagar las terapias de sus hijos de 5 y 2 años. Consideró que su familia es tan importante que puso el negocio en su casa ya que de este modo le permite disfrutar de sus hijos y a la vez que trabajar con ellos, sin tener que alejarse.

“Sin la ayuda que he recibido y recibo del CEDIF hubiese sido muy complicado enfrentar tantas circunstancias adversas. Hoy es diferente, me siento mejor, mi familia está mejor, ya que genero ingresos económicos. Gracias a Dios por el apoyo del INABIF y todas las bendiciones recibidas” finalizó la señora Martha.

De este modo, INABIF cumple con su rol de promover, facilitar y establecer una red de protección social que asegure la atención a los grupos sociales más vulnerables.