CAR SAN JUAN BOSCO DEL INABIF CELEBRÓ SUS 65 AÑOS ATENDIENDO A ADOLESCENTES VARONES EN ABANDONO
Nota de prensa
10 de agosto de 2015 - 12:00 a. m.
El Centro de Atención Residencial (CAR) San Juan Bosco, ubicado en la ciudad de Chiclayo, celebró 65 años de dedicación y cuidado de adolescentes varones en estado de abandono, los mismos que reciben protección y atención integral de sus necesidades básicas como alimentación, vivienda, estudios, talleres de desarrollo personal y actividades recreativas.
En la actualidad este hogar tiene un total de 40 residentes, de los cuales 33 son adolescentes entre los 13 y 17 años que han padecido maltratos y orfandad, mientras que 7 son jóvenes y adultos con discapacidad intelectual leve cuyas edades fluctúan entre los 19 y 44 años.
Como parte de sus celebraciones, el CAR realizó diversas actividades con la participación de los residentes entre las cuales destacó un paseo de antorchas, diversos concursos y un pasacalle por las principales arterias de la ciudad chiclayana, con el fin de informar sobre la labor que se realiza en este hogar.
Asimismo, los adolescentes acompañados por sus tutores realizaron una fogata donde cantaron, tocaron instrumentos y reflexionaron sobre la importancia de estudiar para triunfar.
“Los profesionales que laboran en nuestro hogar, no solo tienen la función de asistir a los residentes, además, potencian sus habilidades para que puedan valerse por sí mismos y logren cumplir sus proyectos de vida”, señaló José Antonio Córdova Prado, director del CAR San Juan Bosco.
Por su parte, el director ejecutivo del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar - INABIF, Marco Alegre Romero destacó el trabajo realizado en dicha ciudad y la importancia de inculcar en los residentes el significado de “vivir en familia”.
Cabe mencionar que este centro de atención también ha logrado localizar a familiares de algunos residentes que se encontraban perdidos. Tal es el caso de Juan Carlos, un joven que se reencontró en junio del presente año, con sus familiares. Su madre viajó desde un lejano caserío de la selva peruana.