“MAMÁS CUIDADORAS” DEL INABIF ENTREGAN AMOR Y DEDICACIÓN A NIÑOS DE LA INSTITUCIÓN

Nota de prensa

11 de mayo de 2012 - 12:00 a. m.

Un gran ejemplo es el de Sra. Hilda Gárate, quien trabaja desde el año 2000 brindando su afecto a niñas de hogar Sagrado Corazón.
“La mayor satisfacción que tengo, luego de doce años de trabajo como mamá cuidadora, es ver que mis niñas van creciendo como personas de bien, a pesar de las vicisitudes que cada una de ellas enfrenta por su misma situación, y nosotros, sus mamás, contribuimos a que ello sea posible”, nos dice una emocionada Sra. Hilda Gárate, trabajadora del Inabif desde el año 2000.

Ella, junto a otras cuarenta mujeres, son las denominadas ‘mamás cuidadoras’ quienes entregan su tiempo, dedicación, amor y gran parte de sus vidas al cuidado de los menores quienes que viven en los albergues de la institución y que se convierten en sus hijos a quienes atienden, cuidan y quieren como si realmente lo fueran.

Este importante grupo de señoras crean el entorno familiar afectivo que necesitan los menores albergados y que les permite desarrollar una vida normal. Su misión es la de una madre real: están pendientes de su salud e integridad física, de su formación en valores y hábitos, y sobretodo, sin que sea una obligación, les prodigan el cariño y amor que tanto necesitan.

En el Inabif trabajan 41 madres cuidadoras que conviven con determinado grupo de niños y adolescentes de manera permanente (cumpliendo turnos de 48 horas de trabajo por 48 de descanso) en cinco Centros de Atención Residencial (CAR) que funcionan bajo la modalidad de Casa Hogar: viviendas como las de cualquier otra familia, con dormitorios, cocina, sala, comedor y patio.

Cada madre cuidadora se encarga de un grupo de aproximadamente 12 menores, algunos de ellos hermanos, y tienen una convivencia en la que todos los integrantes de la familia participan y ayudan en los quehaceres del hogar.

Hilda Gárate tiene 12 años de mamá cuidadora o sustituta, a pesar que tiene tres hijos reales que ya son adultos, tiene a su cargo a doce niñas y adolescentes, a quienes cuida como si fueran sus propias hijas, "ser una mamá cuidadora es un trabajo que te involucra las 24 horas del día, es sacrificado pero me gusta, me da muchas alegrías, siento que si les doy mucho cariño y las cuido bien las estoy ayudando a ser mejores personas", refiere.

Ella es mamá en una Casa – Hogar del CAR Sagrado Corazón de Jesús de Los Olivos, al igual que éste existen otros 4 hogares que trabajan bajo la misma modalidad: Casa Hogar San Miguel Arcángel y Aldea Infantil San Ricardo en Lima; y, Hogar Santa Teresita del Niño Jesús en Huánuco, y Hogar San Juan Bosco de Lambayeque.