Beneficiaria de la Asistencia Económica: “Me ofrecieron las herramientas para reconstruir mi confianza y fortalecer mis sueños”
Nota de prensaEstudiante Dora Sánchez Calero agradece al Inabif y Pronabec por apoyar su carrera de International Business en la Universidad San Ignacio de Loyola.




Fotos: Unidad de Comunicación e Imagen
15 de julio de 2025 - 2:35 p. m.
Durante el encuentro de becarias y becarios de la Asistencia Económica por Orfandad, denominado “Protagonistas del cambio”, la estudiante Dora Sánchez Calero compartió lo que le tocó vivir tras del fallecimiento de su padre. Su testimonio es un ejemplo de resiliencia y optimismo.
Hoy estudia International Business en la Universidad San Ignacio de Loyola, con el apoyo del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif) y el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec).
Testimonio de Dora Sánchez Calero:
“A veces, la vida nos sorprende con pruebas tan grandes que sentimos que el suelo desaparece bajo nuestros pies. Así me sentí cuando, a los quince años, perdí a mi padre.
Su partida dejó en mí no solo un vacío profundo, sino también un sinfín de preguntas y temores sobre el futuro. La ausencia de su guía y su cariño transformó todos mis días, llenando mi entorno de incertidumbre y obligándome a crecer antes de tiempo. Mis metas y objetivos desaparecieron, se sentía como si la voluntad de seguir mi camino hubiera sido enterrada al lado de él, mi querido padre.
Durante ese periodo de oscuridad, tristeza, confusión, aprendí que las personas, aunque a menudo no puedan reemplazar lo que hemos perdido, sí pueden extender la mano y acompañarnos cuando más lo necesitamos.
Así fue como el Inabif, del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), llegó a mi vida, no solo como una institución, sino como un faro que iluminó mi camino cuando todo parecía estar envuelto en sombras.
Recibí de Inabif una ayuda que fue mucho más allá de lo económico. Encontré en su equipo orientación, escucha y comprensión. Me ofrecieron las herramientas y el apoyo emocional para reconstruir mi confianza y fortalecer mis sueños. Gracias a su respaldo, aquello que parecía imposible empezó a convertirse en una realidad cercana.
Yo soy de Huaura, ciudad cercana a Huacho, donde hay solo 3 universidades que son la realidad de casi todos los jóvenes que deciden estudiar. El llegar a estudiar a Lima para mí era un sueño, un anhelo, algo que, aunque quería lograr a veces pensaba me iba a ser imposible, y más luego de que mi padre partió.
Mi madre comenzó a trabajar 12 horas para sustentarnos a mí y a mi hermana menor por un año, mi otra hermana, la mayor, trabajó junto a mi madre para ayudar con los gastos.
Me resultaba muy triste ver el sacrificio de ambas y yo estando tan limitada. Sé que muchos pasaron momentos similares a los míos, sé que decirles que “los entiendo” no sería cierto, pues, aunque hayamos vivido cosas similares, no todos sentimos por igual. Lo que sí les puedo decir es que no hay un imposible por difícil que sea el obstáculo.
Soy Dora Clelia Sánchez Calero y hoy con un profundo sentimiento de gratitud y humildad, puedo decir que soy estudiante de la carrera de International Business en la Universidad San Ignacio de Loyola, todos mis estudios están cubiertos por la beca otorgada por Beca 18 del Pronabec.
Cada clase, cada libro y cada nuevo reto universitario son un recordatorio de que el dolor puede transformarse en esperanza, y que la solidaridad puede cambiar destinos.
Agradezco de corazón a cada persona de Inabif que creyó no solo en mí, sino en muchos de nosotros, que apostó por nuestra educación y que nunca dejó de acompañarnos en el proceso. Ustedes nos han enseñado que, aunque la vida cambie de forma inesperada, siempre es posible volver a empezar y perseguir nuevos sueños.
Hoy, mi historia es testimonio de que las oportunidades existen, y que los momentos difíciles pueden dar paso a nuevos comienzos. Llevaré siempre conmigo el compromiso de aprovechar al máximo esta oportunidad, y de transmitir, en un futuro, el mismo apoyo y esperanza que hoy he recibido.
Muchas gracias Inabif por ser parte de mi historia y por ayudarme a construir un nuevo camino lleno de propósito y posibilidades. Recuerden que los únicos límites que existen son los que ustedes se ponen, y que no hay un imposible, sino nadie lo hubiera logrado.”