Juan, exresidente del Inabif: “La formación que recibí en el CAR me guía para ser una persona de bien”

Nota de prensa
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Fotos: Unidad de Comunicación e Imagen

Unidad de Comunicación e Imagen

20 de febrero de 2025 - 9:40 a. m.

Presto como buen soldado, Juan Jesús Bolett Pinto, exresidente del Programa Integral Nacional para el Bienestar Integral (Inabif), del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), se apresura a llegar hasta donde la señal telefónica es nítida, para hablar sobre su experiencia de vida en el Centro de Acogida Residencial (CAR) Padre Ángel Rodríguez.

Y es que, efectivamente, a sus 20 años es un aplicado soldado de la Compañía Especial de Comandos Wenceslao Arrascue Sánchez Nº125, del Ejército Peruano (EP), con sede en Loreto, donde cumple su servicio militar.

“Es una persona muy proactiva, responsable y respetuosa”, dice su jefe en el cuartel, el mayor EP Yeffersson Muñoz Escobar, quien ha hecho posible la comunicación en esta zona en las afueras de Iquitos, camino a Nauta.

Con voz firme y alturada Juan cuenta que hace algunos años vivió una de las experiencias más importantes de su vida al llegar al centro de acogida del Inabif.

“Guardo gratos recuerdos del CAR, ahí hice varios amigos, aprendí muchas cosas que hoy me sirven, recibí consejos de mis tutores, jugaba y luego hacía las tareas escolares, pero, sobre todo, recibí bastante afecto”, expresa.

Los dos años que permaneció en el lugar le sirvieron también para retomar sus estudios de colegio, fortalecer su autoestima, sanar algunas experiencias negativas y definir el rumbo que más adelante tomaría en la vida.

“La formación en valores que recibí en el Inabif me guía para ser una persona de bien, es lo más valioso que guardo y lo aplico en todo momento”, expresa.

Evoca también con enorme gratitud a una familia de corazón samaritano que, tras su paso por el CAR, confió en él, lo acogió, arropó, alimentó y alentó a conquistar sus sueños.

Hace un año decidió enrolarse al servicio militar en su natal Iquitos y a la par de forjarse como soldado, se prepara también para postular a la Policía Nacional del Perú, cuando le toque salir del cuartel al término de su servicio.

“Aquí recibo formación militar, nos entrenamos para defender la patria, pero, a la vez, aprendemos otras cosas muy útiles como brindar primeros auxilios, cocinar o construir cosas, respetando siempre la disciplina, el orden y el trabajo en equipo”, sostiene.

Para su jefe en el cuartel, Juan Jesús es un joven con propósito en la vida, tiene deseos de superación, siempre está atento a ayudar a los demás y confía en que será una persona que aportará mucho a la sociedad.

“Él tiene la oportunidad de quedarse en el ejército después de cumplir sus dos años de servicio, pero si quiere ser policía u otro profesional, la instrucción que aquí ha recibido y el apoyo brindado por el Inabif en su momento, garantizan que lo va a lograr”, puntualiza Yeffersson Muñoz.

Juan Jesús se despide indicando que se siente una persona afortunada por haber llegado a su vida personas e instituciones en el momento oportuno, que le han ayudado a superar situaciones difíciles y que espera, algún día, retribuir ese apoyo con quienes más lo necesitan.