El IIAP recibe reconocimiento mundial por proteger los bosques amazónicos

Nota de prensa
La FAO destacó las más de dos décadas de trabajo científico en la investigación, conservación y uso sostenible de los aguajales y las turberas, por ser ecosistemas claves para la seguridad alimentaria
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Fotos: Imagen Institucional

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20 de octubre de 2025 - 10:42 a. m.

Una gran noticia llegó desde Roma para el Perú. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoció al Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), entidad del Ministerio del Ambiente, por su labor en la protección y uso sostenible de los bosques amazónicos. El galardón “Reconocimiento Global de Buenas Prácticas e Innovación en la Producción y Protección Sostenibles” fue otorgado en la categoría Producción y protección sostenible de los bosques.

Detrás de este reconocimiento hay más de dos décadas de esfuerzo científico, trabajo en equipo y compromiso con la naturaleza y las comunidades amazónicas. “Este galardón no es solo para el IIAP. Es una distinción para el Perú, para nuestras comunidades amazónicas, y para todos los que creen que conservar la naturaleza también es una forma de cuidar la vida”, señaló la presidenta ejecutiva del IIAP, Dra. Carmen García Dávila.

La ceremonia de distinción se realizó el 15 de octubre en Roma, durante las celebraciones por los 80 años de la FAO en el Foro Mundial de la Alimentación, donde participaron instituciones y expertos de todo el mundo.

Logros

Entre las principales razones por las que la FAO reconoció al IIAP está su trabajo de investigación en los aguajales y turberas de la Amazonía, un tipo de humedal poco conocido, pero esencial para el equilibrio del clima. Estos ecosistemas, con suelos siempre húmedos, que guardan enormes cantidades de carbono, lo que ayuda a la mitigación de los efectos del cambio climático.

Gracias a este trabajo, el IIAP logró identificar más de 5 millones de hectáreas de turberas en la cuenca Marañón–Pastaza, en donde se almacena una cantidad impresionante de carbono: 5,4 mil millones de toneladas, lo que equivale al 75 % del total nacional. Esta información fue esencial para que el Gobierno del Perú incluya a las turberas en sus compromisos climáticos y en la Ley de Humedales.

Pero el aporte del IIAP no se quedó solo en los laboratorios o los mapas. También llegó a las comunidades nativas. En zonas como Parinari, en la Reserva Nacional Pacaya Samiria, las familias aprendieron nuevas formas de aprovechar el aguaje —un fruto muy valioso en la Amazonía— sin dañar las palmeras. Antes, para recolectarlo, era común talar el árbol. Hoy, gracias a una técnica desarrollada por el instituto junto a sus aliados, los comuneros usan arneses para subir a las palmeras y cosechar los frutos. Así, las plantas se mantienen vivas y continúan produciendo aguaje año tras año.

Con esta nueva forma de cosechar, los ingresos de muchas familias se multiplicaron por diez. Mientras en 1997 ganaban unos 230 dólares al año, hoy pueden alcanzar los 2 486 dólares. La experiencia en Parinari se mantiene en alrededor de 500 comunidades de Loreto, lo que permite obtener mayores beneficios económicos y, a la vez, proteger el bosque.

La innovación también llegó de la mano de la tecnología. El IIAP diseñó una metodología con drones que permite hacer un estimado de la producción de aguaje (Mauritia flexuosa) por cada cuenca, reduciendo el costo de 411 a solo 5 dólares por hectárea.

Los logros alcanzados son el resultado de muchos años de trabajo. Desde la publicación de su primer manual sobre el manejo del aguaje en 2001, la elaboración del primer mapa nacional de turberas en 2022 y la estimación de la producción de aguaje con drones en 2025, el IIAP ha demostrado que la ciencia puede ir de la mano con las tradiciones locales, la sostenibilidad y el desarrollo de las comunidades amazónicas.

“El verdadero cambio ocurre cuando la ciencia, la tecnología y los saberes de nuestras comunidades se unen”, afirmó la Dra. García Dávila. Además, destacó que este trabajo también ha ayudado a fortalecer bionegocios sostenibles y a empoderar a mujeres amazónicas en la gestión de los recursos naturales.

El reconocimiento de la FAO pone al Perú como referente mundial en la protección de ecosistemas tropicales. Pero, sobre todo, es una muestra de que sí es posible cuidar la Amazonía, mejorar la vida de las personas, hacer negocios responsables y luchar contra el cambio climático al mismo tiempo.