Columna de Opinión | Aerosoles, calentamiento global y cambio climático

Nota Informativa
Por René Estevan, investigador científico del IGP.
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Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

30 de enero de 2024 - 1:30 p. m.

La más evidente manifestación del cambio climático es el calentamiento global, en el que pequeñas partículas suspendidas en la atmósfera, conocidas como aerosoles, se han convertido en un factor clave dentro de la compleja dinámica del clima. 

Pero ¿qué son los aerosoles? Son partículas diminutas, menores de 10 micras, que están suspendidas en el aire y que pueden ser generadas de forma natural o como consecuencia de la actividad humana. Los aerosoles interactúan de forma directa e indirecta con la radiación solar y afectan tanto la temperatura global como los patrones climáticos. 

Debido a la compleja naturaleza de los aerosoles, determinada por su origen, tamaños, formas, composición química, distribución espacial, etc., persisten aún desafíos significativos sobre la forma en que estos afectan el tiempo y el clima. Todos estos elementos, combinados con la complejidad de los procesos atmosféricos, hacen que modelar sus efectos en el clima sea un campo realmente desafiante. 

Un tipo específico de aerosoles que ha alcanzado gran notoriedad en los últimos años debido a su propiedad de absorber la luz solar, además de propiciar el calentamiento localizado en la zona de la tropósfera donde se encuentran, son los aerosoles generados por la combustión incompleta de los combustibles fósiles y por la quema de biomasa, conocidos como carbono negro. Estos aerosoles pueden tener consecuencias significativas en regiones específicas y afectar los patrones climáticos a escala global. 

En el lado opuesto se encuentran los aerosoles estratosféricos, generados, fundamentalmente, como consecuencia de grandes erupciones volcánicas que inyectan toneladas de estas partículas hacia esta región de la atmósfera. Por ejemplo, la erupción del Monte Pinatubo (Indonesia) en 1991 causó una disminución temporal de la temperatura global. 

En un mundo que enfrenta serios desafíos climáticos, la reducción de las emisiones de aerosoles contaminantes puede mejorar la calidad del aire y, al mismo tiempo, contribuir con la mitigación del calentamiento global. La adopción de prácticas agrícolas y forestales sostenibles, junto con la transición a fuentes de energía más limpias, puede ayudar a abordar este dilema. Por ello, en el Instituto Geofísico del Perú (IGP), desde nuestro Observatorio Geofísico de Huancayo, venimos realizando mediciones de aerosoles para identificar su origen y dinámica en la atmósfera. De este modo, seguimos haciendo «Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».