Columna de Opinión | Estudiando la física del magma
Nota InformativaPor: Erick Soto, vulcanólogo del IGP

Fotos: IGP
3 de octubre de 2023 - 11:13 a. m.
Continuando con las columnas escritas por investigadores del Instituto Geofísico del Perú (IGP) en la cuales les hablamos sobre los volcanes, hoy quiero compartirles mi experiencia obtenida en el curso “Modelos basados en la física del magma”, evento organizado por la Asociación Latinoamericana de Geodesia Volcánica (GEOVOL), con el apoyo del Servicio Geológico de los Estados Unidos y su Programa de Asistencia para Desastres Volcánicos, que tuvo lugar el mes de septiembre en la ciudad de Mendoza, Argentina.
Para empezar, partamos por conocer algo básico de los volcanes y que a más de uno le será conocido, o lo habrá visto en documentales o reportajes: me refiero al magma. En términos sencillos, el magma es una mezcla de cristales, líquido y gases que se forma a grandes profundidades de la Tierra, donde las temperaturas y presiones son muy elevadas al punto que la roca comienza a fundirse. Esta masa de roca fundida se denomina magma cuando está en el interior de la Tierra, pero cuando es expulsada al exterior toma el nombre de lava.
Hoy, sabemos que el magma se mueve dentro de las profundidades de la Tierra y que se almacena en depósitos enormes dentro de la corteza terrestre conocidos como cámaras magmáticas. El reto para nosotros como vulcanólogos es conocer los procesos y fenómenos físicos que ocurren debajo de estos macizos, es decir, las dimensiones y formas de las cámaras magmáticas, así como la cantidad de magma que puede almacenarse en estos reservorios y ser expulsada en una erupción.
En el IGP empleamos una disciplina de la geodesia, que es la deformación mediante el uso de sensores GPS, para el estudio y monitoreo de los volcanes. Las mediciones geodésicas nos muestran si un volcán se “infla” como consecuencia de la acumulación de magma en su cámara magmática o por su ascenso hacia la superficie, o si se “desinfla” una vez que el magma fue expulsado en una erupción.
Con los conocimientos adquiridos en el curso, no solo estamos en la capacidad de inferir la profundidad y la forma de la cámara magmática, sino que, a través nuevos modelos matemáticos, podremos estimar qué tan grande es o el tamaño de la erupción que puede generar un volcán.
Con todo lo aprendido, tenemos el reto y el deseo de explorar con más detalle los fenómenos que ocurren debajo de nuestros volcanes, con la consigna de proveer siempre información útil para alertar a las autoridades y la población ante eventos eruptivos. Así, en el IGP seguimos haciendo «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa
Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa