Columna de opinión | ¿Qué hemos aprendido del 23 de junio de 2001?

Nota Informativa
Por: Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP
Columna de opinión | ¿Qué hemos aprendido del 23 de junio de 2001?

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

20 de junio de 2023 - 6:26 p. m.

Como sociedad siempre estamos buscando conmemorar los eventos que marcaron y dejaron huella en nuestra historia y uno de ellos ha sido el sismo del 23 de junio de 2001.

Antes de ocurrir dicho evento, como Instituto Geofísico del Perú (IGP) habíamos señalado que en la zona costera de la región se había acumulado tanto esfuerzo y energía que debería ser liberada con un sismo de elevada magnitud, información que fue compartida en conferencias y talleres a los tomadores de decisiones y la población. A pesar de esto, poco o nada fue tomado en cuenta, como resultado la naturaleza se cansó de esperar y, simplemente, ocurrió el sismo de magnitud M8.2.

El sismo del 23 de junio de 2001, inició su proceso de desacople de placas o ruptura frente a la zona costera de Atico y se propagó en dirección sur-este hasta la localidad de Ilo, aproximadamente 300 km de ruptura, siendo los sacudimiento del suelo tan elevado que produjo daños estructurales en muchas áreas urbanas de las regiones de Arequipa, Moquegua y Tacna. En esta última, ubicada a más de 400 km del epicentro, en distritos como Ciudad Nueva colapsaron viviendas de concreto de 2 niveles por la mala calidad de los suelos.

En general, los daños en superficie se concentraron en viviendas autoconstruidas, viviendas ubicadas en suelos no compactos, laderas de cerros y en aquellas que eran muy antiguas. Entonces, la población afectada físicamente, fue solo debido al colapso de sus viviendas autoconstruidas, muy antiguas o que ocupaban suelos no compactos.

A la fecha han pasado 22 años y no hemos aprendido nada para evitar se repitan los escenarios del 2001. Las ciudades han seguido creciendo ocupando suelos no adecuados, zonas de alto riesgo y con viviendas autoconstruidas. Muy pronto ocurrirá un nuevo sismo y volveremos a tener los mismos titulares en las noticias, volveremos a pensar que el sismo fue el culpable. Por ello, hoy no busquemos conmemorar nuestros errores, sino todo el trabajo hecho para que la historia no se repita, conmemoremos el esfuerzo hecho por reducir el riesgo y nuestra participación masiva en los simulacros, la cultura de prevención que hemos alcanzado, y finalmente conmemoremos que somos un país hecho por sismos y que para cuando ocurra el siguiente cambiemos la historia.

Mientras las placas tectónicas se sigan moviendo, el IGP seguirá haciendo ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.

Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa