Dr. Tavera expone sobre peligros naturales

* Los desastres no son naturales, los peligros sí.
* El desastre es nuestra responsabilidad, debemos disminuir nuestra vulnerabilidad.

Seguramente has escuchado mencionar por muchos medios que los desastres ocurridos hace unas semanas atrás han generado damnificados, lastimosas pérdidas humanas y te habrás abrumado por toda la información de fotos y videos de los acontecimientos vividos.

Ante tal cantidad de información, ayer, el Dr. Hernando Tavera, Director de la Subdirección de Ciencias de la Tierra Sólida (CTS) del Instituto Geofísico del Perú (IGP) brindó una Conferencia Magistral con el fin de explicar por qué los desastres no son naturales y a su vez, prevenir, mitigar y tomar medidas de prevención ante un eventual terremoto y tsunami en nuestro país.

¿Por qué echarle la culpa al terremoto? Cuestionó el Dr. Tavera durante su exposición a los decanos, docentes y alumnos de las facultades de ingeniería y arquitectura, de la universidad Ricardo Palma. “En el transcurso de los años, los ciudadanos han invadido las laderas de los cerros, la rivera de los ríos, es decir, se ha estado construyendo de manera irresponsable las viviendas en el país, por ende, los desastres ocasionados es nuestra responsabilidad, y debemos de tomar conciencia en disminuir la vulnerabilidad de las ciudades”, exhortó el especialista.

El titular detalló que nuestro país está ubicado dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, donde ocurre el 85% de todos los sismos del mundo. A nivel global, el proceso de convergencia entre las placas de Nazca y Sudamérica, se realiza a mayor velocidad y ello es causante de la ocurrencia de gran número de sismos en Perú y Chile. “El IGP cuenta con redes sísmicas y de GPS, cuya información nos ha permitido identificar la ubicación de las asperezas (áreas de ruptura) que darían origen en el futuro, a los próximos grandes sismos en nuestro país”.

El Dr. Hernando Tavera especificó que la mayor aspereza está frente al departamento de Lima y sería el sismo repetitivo del ocurrido en el año 1746. “Tenemos 270 años sin terremotos en esta región, entonces cada día que pasa nos acerca más a lo que indudablemente tendrá que ocurrir; por ende, desde ahora debemos prepararnos”, indicó el investigador.