Columna de Opinión | Erupción del Ubinas en 2019: un pronóstico exitoso
Nota InformativaPor José Del Carpio, vulcanólogo del IGP

Fotos: IGP
18 de abril de 2023 - 10:32 a. m.
Un pronóstico es una predicción de la evolución de un proceso o de un hecho futuro a partir de criterios lógicos o datos científicos. Exitosas predicciones o pronósticos sobre eventos climatológicos, vulcanológicos, etc., a corto o mediano plazo, se basan en la disponibilidad de datos científicos, equipos sofisticados y de su registro en un tiempo prolongado. Cuando se cuentan con datos de un gran periodo de tiempo, más confiables y precisos serán los pronósticos.
En el tema volcánico, los datos geofísicos son los insumos que permiten hacer el seguimiento del comportamiento dinámico interno de los volcanes para identificar posibles cambios de intranquilidad o reactivación que, en el futuro cercano, pueden conllevar el desarrollo de erupciones volcánicas.
El Ubinas (Moquegua) es el volcán más activo del Perú. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) viene realizando su monitoreo desde 1998, lo cual ha permitido recopilar información y desarrollar un modelo de pronóstico basado en los tipos de sismos volcánicos que genera el volcán ligados a fuentes distintas. Los registros que generan las señales sísmicas pueden ser comparados con el electrocardiograma de un paciente. Así, cada vez que el corazón late este genera una señal eléctrica; si dicha señal tiene el ritmo correcto quiere decir que no existen anomalías cardíacas. En volcanes, las señales sísmicas pueden indicar un estado de reposo (actividad normal) o de intranquilidad que involucre el ascenso de magma y una posible erupción.
Como ejemplo se puede citar el caso del volcán Ubinas y su erupción de 2019. El 18 de junio de ese año, el IGP detectó las primeras señales sísmicas anómalas, una semana antes del inicio de la erupción y un mes antes de las explosiones volcánicas más voluminosas acontecidas en los dos últimos siglos en Perú. La ciencia permitió que el Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL), servicio operado por el IGP, alertara de manera oportuna a las autoridades de Moquegua y del INDECI sobre la reactivación del Ubinas, además de recomendar la implementación de acciones necesarias para poner en salvaguarda la vida y la salud de las poblaciones cercanas al volcán.
La experiencia obtenida en la atención de esta crisis eruptiva, así como de las anteriores erupciones del Ubinas y la actual del volcán Sabancaya, nos muestra que los volcanes activos presentan señales sísmicas típicas antes y durante un proceso eruptivo, lo que permite generar oportunas alertas de erupción. IGP: «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Un pronóstico es una predicción de la evolución de un proceso o de un hecho futuro a partir de criterios lógicos o datos científicos. Exitosas predicciones o pronósticos sobre eventos climatológicos, vulcanológicos, etc., a corto o mediano plazo, se basan en la disponibilidad de datos científicos, equipos sofisticados y de su registro en un tiempo prolongado. Cuando se cuentan con datos de un gran periodo de tiempo, más confiables y precisos serán los pronósticos.
En el tema volcánico, los datos geofísicos son los insumos que permiten hacer el seguimiento del comportamiento dinámico interno de los volcanes para identificar posibles cambios de intranquilidad o reactivación que, en el futuro cercano, pueden conllevar el desarrollo de erupciones volcánicas.
El Ubinas (Moquegua) es el volcán más activo del Perú. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) viene realizando su monitoreo desde 1998, lo cual ha permitido recopilar información y desarrollar un modelo de pronóstico basado en los tipos de sismos volcánicos que genera el volcán ligados a fuentes distintas. Los registros que generan las señales sísmicas pueden ser comparados con el electrocardiograma de un paciente. Así, cada vez que el corazón late este genera una señal eléctrica; si dicha señal tiene el ritmo correcto quiere decir que no existen anomalías cardíacas. En volcanes, las señales sísmicas pueden indicar un estado de reposo (actividad normal) o de intranquilidad que involucre el ascenso de magma y una posible erupción.
Como ejemplo se puede citar el caso del volcán Ubinas y su erupción de 2019. El 18 de junio de ese año, el IGP detectó las primeras señales sísmicas anómalas, una semana antes del inicio de la erupción y un mes antes de las explosiones volcánicas más voluminosas acontecidas en los dos últimos siglos en Perú. La ciencia permitió que el Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL), servicio operado por el IGP, alertara de manera oportuna a las autoridades de Moquegua y del INDECI sobre la reactivación del Ubinas, además de recomendar la implementación de acciones necesarias para poner en salvaguarda la vida y la salud de las poblaciones cercanas al volcán.
La experiencia obtenida en la atención de esta crisis eruptiva, así como de las anteriores erupciones del Ubinas y la actual del volcán Sabancaya, nos muestra que los volcanes activos presentan señales sísmicas típicas antes y durante un proceso eruptivo, lo que permite generar oportunas alertas de erupción. IGP: «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa
Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa