Experto del IGP evidencia el impacto de los peligros naturales y presión antropogénica en Ecuador

Nota Informativa
Archivo de Noticias Migrado

10 de setiembre de 2018 - 2:33 p. m.

Investigadores nacionales e internacionales de Sudamérica y Francia se reunieron del 3 al 6 del presente mes en la primera Escuela de Verano sobre peligros naturales y presión antropogénica, organizada por la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL), el Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia (IRD), el Instituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR) y la Fundación ECUASOL, el cual se llevó a cabo en Ecuador.    Este evento congregó a varios investigadores científicos relacionados a temas  de climatología, océano, sismos e hidrología. En representación del IGP participó el Dr. Sergio Morera, con la ponencia “Impacto de los eventos El Niño extremos de 1982-83 y 1997-98  en la producción de sedimentos a lo largo de la costa peruana”, explicó que en los últimos 35 años, Eventos El Niño Extremo (EENE) han afectado el clima, la hidrología y también la sedimentología de las cuencas a lo largo de los Andes, y su impacto varía según su posición geográfica. Asimismo, contó sobre el primer balance de la producción de sedimentos y su respuesta ante riesgos geológicos y climatológicos en los últimos 50 años a lo largo de la vertiente del Pacífico “Este taller sirvió para mostrar cómo los Andes transfieren su inmensa energía a los océanos, a través de láminas de agua (escorrentías) que activan el ciclo de erosión,sedimentación,transporte de sedimentos; se evidenció también cómo evoluciona la dinámica de dicho ciclo durante los EENE a lo largo de la vertiente del Pacífico Peruano”, mencionó el Dr. Morera. Esta primera Escuela de Verano tuvo como objetivo analizar el nivel de conocimientos científicos sobre las amenazas naturales a las que están expuestas poblaciones de la costa ecuatoriana, mediante la presentación de trabajos realizados por científicos y profesionales de Ecuador, Chile, Perú, Costa Rica, Venezuela y Francia. Además, permitió  a investigadores, profesores y estudiantes  actualizar sus conocimientos sobre equipamientos y metodologías para el estudio de las amenazas naturales como terremotos, deslizamientos, tsunamis, cambio climático, erosión costera, fenómeno del niño, etc., y la reducción del riesgo.