La Luna roja del 20 de enero, por el Dr. Nobar Baella
Nota Informativa

15 de enero de 2019 - 11:21 a. m.
Escribe el Dr. Nobar Baella, investigador científico del IGP
El próximo 20 de enero la Luna se teñirá de rojo. Ese día se producirá uno de los fenómenos astronómicos que ha capturado la atención e imaginación de la humanidad por siglos: un eclipse total de Luna. A diferencia de los eclipses de Sol, es la Luna la que se oscurece debido a que ingresa en el cono de sombra producida por la Tierra.
Pero, ¿por qué se pone “roja”? El detalle está en que la Tierra posee atmósfera. Si en el momento del eclipse un observador estuviera en la Luna mirando hacia la Tierra, este notaría que el planeta estaría rodeado por un anillo rojo.
Dicho anillo rojo es producido por la luz del Sol que es dispersada de manera especial por la atmósfera en el momento del eclipse. El observador lunar estaría observando en forma simultánea todos los atardeceres y amaneceres producidos en la Tierra en dicho momento.
Ahora. Cuantas más partículas suspendidas tengamos en la atmósfera más intensa será la tonalidad naranja rojiza del cielo en un atardecer. Supongamos que un volcán hace erupción y arroja ceniza volcánica (y otros compuestos) que permanecen suspendidos en la atmósfera terrestre durante cierto tiempo. Y supongamos, nuevamente, que justo durante ese tiempo se produce un eclipse total de Luna: ¿qué pasaría con el supuesto color “rojo” de la Luna?
Eso fue justamente lo que sucedió en el eclipse total lunar de diciembre de 1992. La Luna adquirió una tonalidad oscura muy inusual. ¿Qué había ocurrido? Justo un año y medio antes, en junio de 1991, se había producido la violenta erupción del volcán Pinatubo en las Filipinas. Esta erupción fue considerada en aquellos años como la que lanzó más partículas en la estratósfera desde la erupción del Krakatoa en 1883. Las partículas presentes y otros compuestos lanzados a la atmósfera producto de la erupción alteraron el “color” de la Luna durante el eclipse.
Es así que un bello fenómeno astronómico como el eclipse total de Luna se transforma en una oportunidad científica para poder analizar las características de la atmósfera de la Tierra.
Siguiendo esa línea, tesistas del IGP han propuesto realizar un registro y análisis del espectro lunar durante la fase máxima del eclipse de este domingo 20 para obtener indicadores de las características físicas de la atmósfera. Este estudio viene siendo implementado en el telescopio Nishimura de 60 cm que posee el IGP (actualmente localizado en la Universidad de Ica).
El eclipse lunar será visible en todo el Perú (siempre y cuando el cielo esté despejado y libre de nubosidad) entre las 21:37 del domingo 20 y las 02:48 del día 21, siendo, sin lugar a dudas, una estupenda ocasión de apreciar un fenómeno especial que nos recuerda la posición de la Tierra con relación al universo. Disfrutemos de ello.
Columna publicada en el diario Correo Arequipa, el 15 de enero de 2019.