Sabancaya: 33 meses de continua erupción, por el investigador científico Nino Puma
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27 de agosto de 2019 - 12:29 p. m.
Por Nino Puma, Investigador científico del IGP
El Sabancaya es el segundo volcán más activo del Perú. El 6 de noviembre de 2016 inició un nuevo proceso eruptivo, luego de casi 4 años de intranquilidad caracterizados por una incesante actividad sísmica y fumarólica. Desde entonces, el Sabancaya no ha dejado un solo día de expulsar cenizas y gases volcánicos hacia sus alrededores.
Desde el inicio del actual proceso eruptivo y hasta la fecha, han transcurrido 33 meses. En las primeras semanas de erupción, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) registró un promedio de hasta 80 explosiones por día; meses después, el promedio disminuyó y llegó incluso hasta las 5 explosiones por día. Hoy, por ejemplo, el Sabancaya genera 25 explosiones diarias. ¿Por qué ha variado el promedio de las explosiones con el paso del tiempo?
Para responder esta pregunta, hay que recordar que la intranquilidad del Sabancaya inició en febrero de 2013. Durante los casi 4 años que duró esta etapa, el volcán habría venido recibiendo importantes aportes de magma, lo cual se ha logrado inferir a partir de la aplicación de métodos sísmicos y eléctricos. La presión generada por los fluidos ascendentes fue liberada en los primeros meses del proceso eruptivo, lo cual respondería al porqué el promedio de las explosiones fue mayor al inicio de la erupción.
Recientemente, entre el 12 y el 14 de agosto de 2019, el Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL) registró una intensa actividad sísmica que estaría asociada a procesos de ruptura de rocas en los alrededores del Sabancaya. Estos eventos ocurrieron en forma de enjambres sísmicos, a 12 km al este del volcán. La ocurrencia de enjambres sísmicos indicaría el ascenso de nuevos aportes de magma desde las profundidades hacia la cámara magmática del volcán. El magma ascendente generaría esfuerzos y presiones en toda la zona del Sabancaya, la cual se caracteriza por estar repleta de fallas geológicas activas. La liberación de esa presión produce gran cantidad de sismos en periodos cortos de tiempo.
Los enjambres sísmicos han venido registrándose durante todo el proceso eruptivo en diferentes zonas del Sabancaya; sin embargo, durante los enjambres reportados del 12 al 14 de agosto se ha observado también el registro de constantes anomalías térmicas y se ha identificado, mediante el procesamiento de análisis satelitales, un cuerpo caliente de importante volumen en el cráter del volcán. Toda esta actividad hace indicar que el proceso eruptivo del Sabancaya continuará.
El análisis de la evolución del proceso eruptivo en estos 33 meses de erupción ha ayudado a comprender un poco más la dinámica del Sabancaya. El IGP, a través del CENVUL, continuará vigilando la evolución del proceso eruptivo y contribuyendo a la gestión del riesgo de desastres. IGP: «Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».