Deformación en volcanes: inclinómetros

Nota Informativa
Archivo de Noticias Migrado

29 de octubre de 2019 - 4:38 p. m.

Por John Cruz, Investigador del IGP El monitoreo o vigilancia volcánica consiste en la observación permanente y registro continuo de los parámetros físicos que describen el comportamiento dinámico de un volcán. Para ello, se emplean diversas técnicas con el fin de detectar cambios en su interior asociados a procesos eruptivos. Las labores de monitoreo deben incluir diversos métodos como la sismología volcánica, infrasonido, monitoreo geodésico, geoquímica de gases, sensores remotos, métodos geoeléctricos, entre otros. El seguimiento de la migración del magma hacia la superficie es un punto determinante para el pronóstico de erupciones. Cuando el magma se acumula a profundidades superficiales induce un desplazamiento en superficie (inflación). La geodesia es el método mediante el cual es posible la detección de estos cambios. A través de la aplicación de técnicas como GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite), medición de cambios en la pendiente de edificios volcánicos usando inclinómetros electrónicos, medición electrónica de distancias (EDM) e interferometría diferencial de radar de apertura sintética (dInSAR) es posible inferir la localización, profundidad e incluso el volumen del producto que genera la deformación. Debido a su gran precisión, alta sensibilidad y aporte para el pronóstico y alerta de procesos eruptivos, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) viene implementando redes modernas de geodesia mediante la instalación de doce inclinómetros electrónicos dispuestos sobre los volcanes activos peruanos de mayor peligro para la población. Este progreso va de la mano con la formación de profesionales altamente especializados en esta materia, quienes vienen desarrollando sus capacidades a nivel internacional. A la fecha, ya se cuentan con dos inclinómetros electrónicos instalados en el volcán Ubinas, los que han recopilado datos valiosos en el actual proceso eruptivo. Volcanes activos como Cerro Auquihuato, Sara Sara, Coropuna, Misti, Ubinas, Huaynaputina, Ticsani, Tutupaca, Yucamane y Casiri contarán al menos con una estación de inclinometría, haciendo posible la detección de actividad preeruptiva en tiempo real desde el Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL). Las labores de campo se han iniciado este mes de octubre, desplegándose brigadas para el acondicionamiento e instalación de estos equipos. Estos trabajos finalizarán en diciembre de 2019. Todo este progreso ha sido posible gracias a la ejecución del proyecto de “Mejoramiento y Ampliación del Sistema de Alerta ante el Riesgo Volcánico en el Perú”, el cual ha sido encargado al IGP por el Estado peruano. Con toda esta nueva información, el Centro Vulcanológico Nacional, servicio oficial en el Perú responsable del monitoreo y alerta volcánica, generará productos útiles para la población expuesta ante erupciones volcánicas. IGP: “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.