Columna de opinión: IGP cuna del estudio del Sol

El Sol y nuestro planeta tienen una posición, un tamaño y demás propiedades particulares que han permitido la formación de la vida desde hace 4000 millones de años. Como consecuencia, nosotros los humanos, especie que habita la superficie de la Tierra, somos conscientes de tener una existencia frágil, como lo fueron otras en momentos anteriores de la historia de nuestro planeta. 

 

A diferencia de las otras especies, que predominaron antes que nosotros, tenemos la capacidad de organizar el conocimiento y generar técnicas para modelar y leer nuestro entorno como herramienta fundamental de supervivencia y progreso. 

 

Todas las culturas y naciones tienen la obligación de desarrollar conocimiento, como mecanismo de supervivencia y desarrollo. En este devenir y en los últimos 150 años, nuestro Perú logró varias iniciativas de desarrollo en el campo Geofísico y Astronómico, nacidas en sus universidades nacionales.

En ese periplo, desde 1917, el Observatorio de Huancayo, impulsado por el Departamento de Magnetismo Terrestre de la Institución Carnegie de Washington (EE. UU.), desarrolló estudios para la comprensión de los procesos que explican la perturbación producida por el Sol sobre la Tierra, para este fin se construyó el Observatorio de Huancayo, cuna del IGP, en el año 1922. 

Luego de un largo proceso, el Observatorio Solar en Huancayo empieza en 1936 a operar un espectrohelioscopio, con el que se puede observar una parte de la luz solar que es invisible a simple vista. Con esta técnica, el equipo del Observatorio de Huancayo realizó el seguimiento de zonas activas del Sol, donde se visualizaron las explosiones que él desencadena a todos los planetas de nuestro sistema. 

Esta información obtenida permitió realizar un seguimiento de las regiones más activas del Sol. Pues, hace más de 50 años, se inició una red de observadores solares en el mundo. Ahí, en esa chispa de origen, participó un grupo de peruanos investigadores científicos del IGP. Desde esa época hasta hoy, en el mundo los estudios respecto al Sol se han vuelto más sofisticados y eficientes en esta evolución. A inicios del año 2000 surgió el término meteorología espacial definiendo la actividad que sigue el comportamiento de nuestra estrella con relación a nuestro planeta.

Es importante estudiar al astro rey, porque en la historia de nuestro país el Sol no solo es una fuerza económica en la agricultura, sino es más que eso. Es innegable que dependemos enteramente de nuestra estrella, y como peruanos es nuestra obligación la enseñanza de la Astronomía solar, para generar así un conocimiento consistente sobre las ciencias desde nuestra juventud. Es así que desde el IGP y en la ruta hacia el centenario de nuestra cuna, seguimos haciendo Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar.