Columna de opinión: IGP y su Centro de Monitoreo de Huaicos

En el Perú, los movimientos en masa que mayores impactos negativos generan son comúnmente conocidos como huaicos (flujos de detritos), estos se caracterizan por ser una mezcla de agua y sólidos que se trasladan a grandes velocidades; pudiendo ocasionar daños severos en las vías de comunicación, viviendas, terrenos de cultivo, etc. 

En los últimos años han ocurrido lluvias extraordinarias que, a su vez, han generado la activación y formación de huaicos en quebradas donde estos eventos no eran recurrentes. Esto podría estar relacionado al aumento de las lluvias (tasas de precipitación) que se ha dado en las últimas décadas, a consecuencia del cambio climático y la alteración del ciclo del agua. Ante estos eventos, el IGP viene implementando un Centro de Monitoreo de Huaicos.

El Centro de Monitoreo de Huaicos es un servicio del IGP compuesto por sistemas de detección automática que pueden anunciar la llegada inminente de huaicos por los cauces de las quebradas. Estos sistemas permiten obtener información en tiempo real sobre la activación de quebradas, la formación de huaicos y sus características: velocidad, alturas del flujo, características de la masa del flujo, etc. Para ello, cuentan con cámaras infrarrojas, sensores de presencia, sensores de nivel o altura de flujo y sensores de infrarrojo; contando con el suministro de energía que no dañe al medio ambiente gracias a paneles solares y baterías, que son sistemas de bajo costo. 

La información obtenida por estos sistemas de detección automática es de suma importancia para la investigación científica; dado que, permiten la calibración y validación de modelos numéricos. Estos modelos permiten determinar zonas potencialmente expuestas a la ocurrencia de los daños y la generación de escenarios de peligros, información fundamental para la toma de decisiones de las autoridades competentes.

Actualmente, el IGP cuenta con un sistema de monitoreo de huaicos instalado en la quebrada Jicamarca. Esta quebrada tiene especial importancia, debido a que su cauce atraviesa gran parte de la zona industrial de Lima Este. Asimismo, vierte sus aguas sobre el río Rímac hasta llegar a la planta de tratamiento de aguas La Atarjea. Es decir, la formación de huaicos en este cauce puede afectar las instalaciones de La Atarjea y desabastecer de agua potable a gran parte de Lima. En ese sentido, este sistema de detección instalado por el IGP es una herramienta de gran relevancia que permite avisar hasta con 15 minutos de anticipación la llegada de un huaico a La Atarjea. 

Los sistemas de monitoreo son fundamentales para la población porque promueven la reducción del Riesgo de Desastres. Son herramientas potentes para la toma de decisiones y la planificación del territorio. Finalmente, consolidan la investigación científica e impulsa el desarrollo desde el concepto “Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar”.