Columna de opinión: Geofísica y ciencia en la GRD

El territorio peruano está permanentemente expuesto a la ocurrencia de peligros naturales cuyos efectos extremos causan significativas pérdidas económicas y sociales que afectan el desarrollo nacional.

Entre los eventos recientes se encuentran el sismo de magnitud M7.5 que afectó la zona del Datem del Marañón, región Loreto; el deslizamiento de Patáz en la región La Libertad, la actividad eruptiva de los volcanes Ubinas y Sabancaya; el sismo de magnitud M8.4 de junio 2001 en Arequipa; los sismos de magnitud M8.0 en Pisco 2007, y Lima (1974).

Los peligros antes mencionados son resultado inevitable de procesos que ocurren en el interior, la superficie y el espacio que rodea la Tierra. La ciencia que los estudia es la geofísica y en el Perú la función está asignada al Instituto Geofísico del Perú (IGP). Asimismo, el IGP a través de la investigación científica y la vigilancia permanente de los peligros naturales contribuye a la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) y cuenta con el Centro Sismológico Nacional (CENSIS) y el Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL) para entregar información sísmica y volcánica de manera oportuna a la población a través del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI).

El IGP con su capital intelectual acumulado en décadas de experiencia en el campo de la Geofísica y las tecnologías de punta, está desarrollado nuevos mecanismos que contribuyan a reducir el impacto de los peligros naturales en la población. Entre ellos figuran el Sistema de Alerta Sísmica Peruano (SASPe), el Sistema de Monitoreo de Clima Espacial sobre el territorio nacional, y el sistema monitoreo de zonas de alto susceptibilidad a deslizamientos. En ese camino, seguimos haciendo “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.

*Columna publicada en el diario Correo Lima*