Columna de Opinión: El Observatorio Vulcanológico del Sur

En el año 1986, el volcán Sabancaya (Arequipa) inicia después de cientos de años su proceso eruptivo, siendo este suceso el inicio de las investigaciones y monitoreo activo de volcanes en el Perú. 

El Instituto Geofísico del Perú (IGP) recibe del Estado peruano el encargo de informar sobre su proceso eruptivo, para ello instala alrededor del volcán las primeras estaciones sísmicas, las mismas que se fueron incrementado para luego considerar a los volcanes Misti y Ubinas. 

Asimismo, en el 2000, la cooperación con el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia nos permitió formar a un selecto número de profesionales en temas de la vulcanología para estudiar los volcanes Huaynaputina y Ticsani. Luego, con el retorno de jóvenes profesionales con grados de doctor y maestría se fortaleció nuestras investigaciones cuyos resultados fueron publicados en revistas especializadas, asimismo, generar un gran número de informes técnicos que ayudaron a la toma de decisiones para la correcta gestión del riesgo ante posibles procesos eruptivos. 

Ante este avance, el Estado decide apoyar al IGP para consolidar la implementación de una moderna red de monitoreo geofísico en 12 volcanes activos de las regiones Ayacucho, Arequipa, Moquegua y Tacna. Además, la construcción de una infraestructura que albergue al Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL). En ese camino, fue la Municipalidad de Sachaca en Arequipa quien recoge esta iniciativa y dona a la institución el terreno sobre el cual surgiría el Observatorio Vulcanológico del Sur (OVS). 

La red geofísica de volcanes ingresa a operar al 100 % en el año 2019, y a la vez pasó su primera prueba de fuego al monitorear y dar la alerta de erupción del volcán Ubinas con más de una semana de anticipación, pudiendo INDECI trasladar a la población de la localidad de Ubinas a un área más segura y evitar víctimas que lamentar.

Este año, la infraestructura que albergará el OVS es concluida y entregada para su implementación inaugurándose como obra emblemática del Bicentenario. Esta nueva sede del IGP, ubicada de manera estratégica en el A.H. José Arguedas en el distrito de Sachaca, nos permitirá dar un nuevo salto para monitorear y comprender con mayor facilidad el comportamiento dinámico de los volcanes en la región sur del Perú. Además, se fortalecerá el CENVUL con el acceso en tiempo real a la red geofísica de volcanes para disponer de información y alertar sobre posibles anomalías que presenten los volcanes mediante la elaboración de reportes, alertas e informes técnicos. Del mismo modo, el OVS se constituirá como un centro de formación profesional en campos de ciencias de la Tierra y que estará al servicio del país para realizar “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.