Columna de Opinión: IGP y su contribución científica en el Perú

En el Perú, la producción científica en el campo de las ciencias orientadas al estudio de la Tierra y su entorno es poco conocida por la mayoría de nosotros y ello se debe a que el aporte científico circula en revistas especializadas que, por lo general, se editan y publican en el extranjero con un público bien definido. 

A pesar de ello, según el ranking de centros de investigación en el Perú, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), ocupa el segundo puesto, por debajo del Instituto Nacional de Salud (INS). Este importante puesto es debido a la gran producción científica desarrollada por el IGP desde hace 100 años en los campos de magnetismo, radiación solar, física atmosférica, sismología, vulcanología, deformación cortical, dinámica de suelos, sedimentación, cambio climático, fenómeno El Niño, geospacio, astronomía y desarrollo tecnológico. Asimismo, el IGP suma a este gran esfuerzo la formación de nuevos profesionales para seguir desarrollando ciencia con valor público. 

Nuestras investigaciones en cada campo han permitido contribuir al mejor conocimiento de cada proceso geofísico que desarrolla nuestro planeta Tierra en su interior, superficie, atmósfera y el espacio exterior hasta su relación con otros planetas en el sistema solar. Por ello, el Estado peruano siempre apoyó las iniciativas y los proyectos emblemáticos propuestos por el IGP, siendo los dos últimos el fortalecimiento de las investigaciones y monitoreo de 12 volcanes activos en el sur del Perú, así como el desarrollo de un sistema de alerta temprana para sismos para el borde occidental del Perú (SASPe).

Asimismo, las investigaciones y el monitoreo de los procesos de la Tierra nos han permitido alcanzar un buen nivel en el desarrollo tecnológico y, gracias a ello, hemos concluido con la construcción del primer radar meteorológico para el monitoreo e investigación de lluvias en el país.

Han pasado 100 años y estamos seguros que las nuevas generaciones del IGP continuarán el camino señalado para seguir siendo la institución más importante de investigación en Ciencias de la Tierra y su entorno en el país, así como un referente mundial para seguir realizando “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.