Columna de Opinión: Lluvias de octubre: Estrellas fugaces

Nota Informativa
Por Nobar Baella, investigador científico del IGP

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

5 de octubre de 2021 - 9:47 a. m.

Observando el cielo estrellado durante una noche despejada es posible contemplar, de vez en cuando, una “estrella fugaz”, fenómeno que desde tiempos inmemoriales ha sido fuente de inspiración científica y artística para la humanidad.

Ahora bien ¿Son en verdad estrellas que “caen” del firmamento?.

En realidad, las llamadas estrellas fugaces son pequeños granos de polvo, desprendidos de cometas o asteroides, la mayoría son casi del tamaño de un grano de arena que ingresa a la atmósfera terrestre a gran velocidad. Durante ese trayecto, nuestra atmósfera desintegra las partículas produciendo trazas de luz en el cielo tan sorprendentes como inspiradoras.

El mes de octubre nos anuncia dos lluvias de meteoros para observar: Las Oriónidas y las Dracónidas. La primera es más intensa que la segunda. Pues, la intensidad de las Dracónidas ha ido variando año a año.

Es decir, la Tierra justo en esas fechas atraviesa un enjambre de escombros de partículas que fue “sembrado” previamente por el cometa Halley que da origen a las Oriónidas, y en el caso de las Dracónidas son restos del cometa progenitor 21P/Giacobini-Zinner, ocasionando estas llamadas lluvias de meteoros.


Debemos destacar que la noche del 20 al 21 de octubre, a partir de la medianoche hasta aproximadamente una hora antes de que salga el Sol, será el mejor y corto periodo para observar las Oriónidas, desde puntos geográficos con cielo despejado, lejos de la contaminación luminosa de las grandes ciudades; situación que a muchos nos privará de este espectáculo natural.

Otro factor que podría afectar la visibilidad de Las Oriónidas será el brillo de la luna llena, lo que también dificultará las observaciones.

Los seguidores de estos eventos astronómicos recordarán que durante este año y, según las condiciones meteorológicas o de posición en el globo, hemos anunciado las siguientes lluvias de meteoros: en abril, Líridas; en mayo, Eta acuáridas: en julio, Delta acuáridas; y, en agosto, Perseidas.

Luego de las Dracónidas y la Oriónidas, hasta fin de año, sucederán las Leónidas y las Gemínidas en noviembre y, finalmente, cerrando el año, las Úrsidas.

Continuando con el legado de asombro de los primeros observadores del cielo, las lluvias de meteoros siguen siendo un espectáculo admirable para compartir y, quienes desde el enfoque científico seguimos investigando este fenómeno, estamos siempre atentos en aras de un nuevo descubrimiento. Es por ello que en el IGP seguimos haciendo Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar.