Columna de Opinión: Un sismo, una historia ya contada
Nota InformativaPor Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP

Fotos: IGP
10 de agosto de 2021 - 9:46 a. m.
Es parte de nuestra historia el hecho que muchas de nuestras ciudades y áreas urbanas en el país han sido afectadas por la ocurrencia de terremotos. Esta historia es contada durante los últimos quinientos años y, aunque parezca increíble, el número de personas heridas o que han perdido la vida, siempre ha sido por el colapso de sus viviendas y hasta la fecha no somos capaces de ver la realidad de estos desastres y la respuesta que está frente a nuestros ojos. La sociedad peruana ha pasado los años esperando que la ciencia les diga con exactitud la fecha en que ocurrirá el próximo terremoto y aun no es consciente que eso. por ahora, es casi imposible. La gente sigue aferrada a que alguien les dé esa información, por ello aparecen miles de opiniones en las redes sociales que tratan de llenar ese vacío por falta de cultura de previsión. El terremoto más cercano a nosotros es el de Pisco, ocurrido un 15 de agosto del año 2007 que, con una magnitud de M7.9 reportado por el Instituto Geofísico del Perú (IGP) y en comparación con el valor proporcionado por otras agencias o investigadores con valores de M8.0 a M8.2, generó polémicas entre los usuarios. Tengan o no conocimiento del tema, la gente simplemente buscaba que alguien les diera el valor más creíble para ella. Esta búsqueda de información lo único que demuestra es que ni la población ni las autoridades desean ver dónde está el real problema, mientras que cada terremoto nos afecta igual o en más porcentaje. Si construyó una torre con vasos de plástico, hasta un simple respiro la hará caer. Diferente sería si la construyó con ladrillos y cemento y, más aún si lo hago sobre suelos compactos. El problema central, donde la sociedad debe ver con claridad, es que los sismos son los mismos que sacuden a los suelos. Lo único que ha cambiado en estos quinientos años es la manera cómo han crecido las ciudades, cómo han construido sus viviendas y cómo han ocupado lo suelos de mayor riesgo. Un sismo de magnitud pequeña causará tanto daño en superficie, como lo haría otro de mayor magnitud. Las historias no cambian, los actores sí. Después del sismo de Pisco 2007, es probable que casi nadie haya revisado su vivienda y hablado con su familia, para gestionar una correcta cultura de prevención. Los habitantes de la ciudad de Pisco probablemente han vuelto a construir sus viviendas de la misma manera y sobre los mismos suelos, y la historia a contar en los próximos años será la misma. La ciencia incrementa el conocimiento de los sismos, pero ello no significa nada si las ciudades siguen creciendo de la misma manera como lo hicieron desde hace cinco siglos. En tanto ello ocurre, en el IGP no desmayamos en el esfuerzo de seguir investigando y haciendo Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.