Columna de Opinión: Ayacucho, tierra de volcanes

Nota Informativa
Por Marco Rivera, investigador científico del IGP

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

13 de julio de 2021 - 9:22 a. m.

Según estudios recientes, en Ayacucho ocurrieron algunas de las erupciones volcánicas más violentas y explosivas en el territorio peruano. Aunque dichas erupciones no fueron en época reciente, aún quedan vestigios que demuestran la dimensión de tan voluminosas erupciones. Hoy, en esta región, permanecen activos dos volcanes: Sara Sara (5505 m s. n. m.) y Cerro Auquihuato (4980 m s. n. m.), y representan el vulcanismo activo en el extremo norte de la cadena volcánica del sur del Perú. 

El Sara Sara tiene una edad aproximada de 700 000 años y está constituido de un apilamiento de flujos de lavas. Este volcán en los últimos 100 000 años, produjo erupciones explosivas que emitieron grandes cantidades de cenizas que formaron voluminosos y extensos depósitos de flujos de ceniza incandescentes que todavía son visibles en sus inmediaciones. Sobre dichos depósitos se han asentado numerosos poblados dedicados a la agricultura y ganadería, como Cayara, Huacachipa, y otros. Asimismo, durante su última etapa eruptiva, ocurrida entre aproximadamente 63 000 y 14 000 años, el Sara Sara emitió flujos de lava que se dirigieron al sector oriental del volcán y sobre ellos, se han asentado poblados como Tonsio y Casire. Por su parte, el Cerro Auquihuato, es un volcán constituido de flujos de lava que se ha edificado sobre una altiplanicie a lo largo de distancias del orden de 10 km desde el volcán. Estos flujos fueron emitidos en los últimos miles de años.

Según estudios realizados, una próxima erupción de cualquiera de estos volcanes apunta a ser de carácter eminentemente explosiva, en la que se expulsarían cenizas y eventuales flujos de lava. Esto representa un peligro potencial para alrededor de once poblados ubicados en un radio de 30 km de ambos macizos, donde habitan poco más de veinte mil personas dedicadas a la agricultura y ganadería. Puede citarse entre ellos a la ciudad de Pausa, así como a los distritos de Sara Sara (Quilcata), Lampa y Oyolo. De igual modo, es necesario mencionar que, en áreas aledañas a estos volcanes, se localizan importantes fuentes hídricas como la laguna Parinacochas, donde abundan especies hidrobiológicas aprovechadas por la población ayacuchana. Además, existen obras de infraestructura (canales, reservorios de agua, carreteras, etc.) y terrenos de cultivo que podrían ser afectados en caso de una erupción volcánica. 

En caso ocurriese algún cambio en el comportamiento interno de cualquiera de estos volcanes asociados a una eventual reactivación volcánica, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), a través del Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL), advertirá la posible erupción a las autoridades de la región Ayacucho y del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD) para la toma de decisiones. Así, el IGP continúa haciendo “ciencia para avanzar y ciencia para protegernos”.