Columna de Opinión: Vigilando al APU de Arequipa

Nota Informativa
Por José Luis Torres, vulcanólogo del IGP

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

4 de mayo de 2021 - 9:10 a. m.

En las regiones de Ayacucho, Arequipa, Moquegua y Tacna se ubican 16 volcanes activos y potencialmente activos. Dentro de ellos, los volcanes Misti y Sabancaya, ambos en Arequipa, y Ubinas, en Moquegua, son considerados los más peligrosos. En efecto, en caso de una eventual erupción volcánica, las personas de dichas regiones y sus medios de vida, así como el medio ambiente, podrían quedar seriamente afectados, sin mencionar los daños a la infraestructura y los servicios básicos. Por tanto, es crucial la vigilancia de la actividad volcánica en tiempo real y de manera permanente.
 
Esta tarea, de mucha responsabilidad, es asumida por el Instituto Geofísico del Perú (IGP) a través del Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL). El Misti, el volcán tutelar de la ciudad de Arequipa y uno de los más emblemáticos del país, es monitoreado de manera permanente. La vigilancia en tiempo real del Misti se realiza desde el año 2005 mediante una red geofísica compuesta por seis sismómetros, un GPS y dos videocámaras científicas, todos distribuidos de manera estratégica en los alrededores y sobre el volcán; además, de datos provenientes de sistemas satelitales. Asimismo, la disponibilidad de esta información permite ampliar el conocimiento de la dinámica interna del Misti, investigación que, a la vez, retroalimenta la requerida para una acertada labor de monitoreo continuo del comportamiento dinámico del volcán Misti.  
 
La red geofísica del Misti, requiere de un mantenimiento periódico para que funcionen óptimamente. En la última semana de abril, especialistas del IGP realizaron el mantenimiento y control de calidad de operación de las estaciones de vigilancia sísmica del volcán Misti. La visita sirvió también para registrar el nivel de actividad que se desarrolla en el fondo del cráter con la expulsión permanente de gases magmáticos y vapor de agua. Al respecto, se pudo comprobar que estas manifestaciones continúan siendo permanentes y que las temperaturas en las paredes externas del cráter del Misti oscilan entre los 10 °C y 22 °C.
 
Estudiar y vigilar los volcanes activos es una labor paciente y necesaria que involucra realizar trabajos de campo y análisis y seguimiento en laboratorio. El instrumental geofísico que el IGP ha instalado en el volcán Misti es patrimonio de todos los peruanos, el cual nos permitirá reconocer las primeras señales de una posible reactivación o erupción volcánica y así gestionar adecuadamente el riesgo volcánico. El IGP lleva más de 15 años vigilando al Misti y continuará haciéndolo de la mano del avance del conocimiento en el campo geofísico. De esta manera, reforzamos el principio básico del IGP: Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar.