Columna de Opinión: Pioneros de la ionósfera ecuatorial

Nota Informativa
Por Marco Milla, investigador científico del IGP

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

27 de abril de 2021 - 8:54 a. m.

El inicio de la era espacial, a fines de los años 50, estuvo marcado por el lanzamiento de satélites al espacio cuya misión era el estudio de la ionósfera y de las capas externas de la Tierra. En ese contexto, se propuso que la ionósfera podía ser estudiada desde tierra usando grandes y potentes radares. Así, en el año 1960, en un esfuerzo conjunto entre el Instituto Geofísico del Perú (IGP) y el National Bureau of Standards (NBS) de los EE. UU., se da inició a la construcción de un inmenso radar en las afueras de la ciudad de Lima. Esta sede del IGP recibiría el nombre de Radio Observatorio de Jicamarca. El proyecto fue liderado por un joven científico, el Dr. Kenneth Bowles, quien era estudiante de Cornell University (USA) y que, en 1958, fue el primero en demostrar experimentalmente que si era posible utilizar grandes radares para observar la ionósfera y medir sus parámetros.
En abril de 1961, la construcción de la gigantesca antena estaba en progreso y a buen ritmo. Sin embargo, el ímpetu del Dr. Bowles y de su equipo por comenzar a realizar observaciones y estudios de la ionósfera sobre el Perú era aún más grande. Así a fines de ese mes, con solo un octavo de la antena construida y utilizando un transmisor de radio Collins, marca muy popular en esos años, se realizó la primera observación de la ionósfera sobre Jicamarca. Estos primeros resultados experimentales se registraron entre el 22, 27 y 28 de abril de 1961 y consistieron en la medición de perfiles de densidad de plasma de la ionósfera alcanzando alturas cercanas a los 1000 km. Esta fue la primera vez que se realizó una medición de la parte alta de la capa F de la ionósfera en la región ecuatorial. Fue una sorpresa en ese tiempo, la alta variabilidad diurna y nocturna de las observaciones, lo cual motivó el inicio de diferentes estudios. Aún más importante, fue mostrar al mundo que el proyecto realizado en Perú estaba en progreso y que el objetivo de observar la ionósfera ecuatorial iba camino al éxito.
Estas primeras observaciones fueron un gran logro para la ciencia, y significaron el inicio de cientos de trabajos de investigación y estudios científicos que se realizaron, y siguen realizando desde el Instituto Geofísico del Perú. Sesenta años han pasado desde esas primeras observaciones y el mismo ímpetu que mostró Bowles en ese tiempo, sigue siendo la motivación para realizar nuevos estudios sobre la ionósfera en el Perú. Con el paso de los años, la relevancia de estudiar el comportamiento de esta región ha incrementado debido a que los fenómenos que ocurren en ella afectan los sistemas de comunicaciones satelitales y de radionavegación, tecnologías de las cuales somos cada vez más dependientes. La conmemoración de esta primera medición renueva el compromiso del IGP de hacer ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.