¿Qué es un domo de lava?

Nota Informativa
Por: Katherine Vargas, vulcanóloga del IGP

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

25 de noviembre de 2020 - 10:24 a. m.

En la última semana, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), a través del Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL), dio a conocer las características del nuevo domo de lava que se ha formado en el cráter del volcán Sabancaya. Este cuerpo de lava viscoso, de un diámetro promedio de 120 m y que ocupa un área de 11 700 m2, ha generado preocupación en algunas autoridades y en parte de la población del valle del Colca. Por ello, hoy explicaremos de manera sencilla qué es un domo y qué representa en el contexto de un volcán en erupción.
Un domo es una protuberancia o montículo de lava de forma semicircular. Su formación ocurre frecuentemente durante un proceso eruptivo, cuando la lava que llega a la superficie es tan viscosa que no puede fluir fácilmente. Las dimensiones de los domos son muy variables y pueden crecer varias veces durante una misma erupción; en algunos casos se destruyen, colapsan o simplemente forman una nueva estructura que se solidifica en el cráter, cima o flanco de un volcán.
Las erupciones con formación de domos son comunes en los volcanes de tipo explosivo, cuya composición de magma es viscosa. Los volcanes peruanos tienen esta característica. Por ejemplo, el volcán Misti (Arequipa) presenta un domo de lava solidificado en su cráter. Asimismo, otros volcanes como el volcán Ticsani (Moquegua) o Yucamane-Calientes (Tacna) presentan un conjunto de domos, a los cuales se les denomina complejo de domos. Ahora bien, cuando un domo no emerge al exterior se le denomina criptodomo, escenario que se observó en 1980 en el Monte Santa Helena (EE. UU.). En esta erupción, la excesiva presión del criptodomo desestabilizó el edificio volcánico, lo que generó una erupción lateral dirigida y la subsiguiente avalancha de escombros que recorrió más de 30 km de distancia respecto al volcán.
Regresando al volcán Sabancaya, la presencia del nuevo domo de lava plantea dos escenarios eruptivos futuros: en el primero, la actividad explosiva continuaría, lo que erosionaría y pulverizaría el domo, tal como ocurrió en 2019. En el segundo escenario, el domo, en su continuo crecimiento, podría tornarse inestable y derrumbarse, lo que daría lugar a flujos piroclásticos. Estas nubes ardientes se desplazarían hacia el flanco norte del Sabancaya, a una distancia máxima de 8 km del cráter. Afortunadamente, dentro de este radio de distancia no existen poblados, por lo que el riesgo por este peligro es bajo.
En el IGP estamos vigilando el comportamiento del nuevo domo para determinar si en los siguientes días o semanas generará una variación atípica del proceso eruptivo, ello a fin de emitir información responsable, clara y precisa a las autoridades del INDECI, de la región Arequipa y de la municipalidad provincial de Caylloma. IGP: «Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar».

(Columna publicada en Diario Correo Arequipa)