Pisco 2007: 13 años de un sismo devastador

Nota Informativa

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

18 de agosto de 2020 - 5:12 p. m.

Por Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP

Pisco, 6:40 p. m. del 15 de agosto de 2007. Mientras en Arequipa celebraban al ritmo de carnavales su aniversario, las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana se sacudían violentamente frente a la región Ica dando origen al último de los grandes terremotos que ha afectado a nuestro país. En el momento del sismo, estaba en el Centro Sismológico Nacional (CENSIS), y por el sacudimiento del suelo, lo primero que se me vino a la mente fue que el terremoto de Arequipa del año 1868 se estaba repitiendo. Logré comunicarme con mi madre, quien me dio tranquilidad al decirme: «hijo, aquí en Arequipa acaba de ocurrir un temblor».

Minutos después de analizar los datos que recibíamos de las estaciones sísmicas, supimos que el sismo ocurrió frente a la ciudad de Pisco, en el mar, con una magnitud de M7.9. Inmediatamente, empezamos a realizar las evaluaciones de siempre teniendo en cuenta que en las ciudades y áreas urbanas circundantes uno de los grandes problemas era la calidad de sus construcciones.

Y así fue. Según la evaluación de daños del INDECI, el sismo produjo la muerte de 600 personas y generó lesiones en 1300 habitantes, además de dejar como saldo 450 000 damnificados y 48 000 viviendas destruidas. En localidades como Tambo de Mora, un gran número de viviendas se hundieron al surgir del subsuelo agua, lo que dio lugar a un acelerado proceso de licuación de suelos. La mayoría de viviendas colapsadas fueron de adobe y quincha, incluyendo la iglesia de Pisco; en otras áreas, viviendas de material noble de varios niveles prácticamente se hundieron en el suelo. Aquí el aprendizaje es claro: casas mal construidas y sobre suelos no compactos son altamente vulnerables ante la ocurrencia de sismos.

Técnicamente, el sismo de Pisco destacó por su gran magnitud y duración; por ello, el tiempo de percepción del sacudimiento del suelo por las personas fue mayor. Este sismo fue producto de dos rupturas aleatorias separadas por un tiempo de 60 segundos. La mayor ruptura y liberación de energía ocurrió en torno a la península de Paracas, por lo que el tsunami fue más destructivo en esta área. El proceso de ruptura en conjunto se desarrolló en dirección sureste: se inició frente a Pisco y concluyó al sur de la península de Paracas.

¿Hemos aprendido de esta experiencia? No mucho. La población ha persistido en construir sus viviendas en los mismos lugares y en iguales condiciones, lo que aumenta el nivel de riesgo de la ciudad de Pisco ante un futuro terremoto. Igual situación se ha visto en Arequipa. Después del terremoto de 2001, zonas críticas por el tipo de suelo han sido invadidas sin control, lo que muestra claramente la falta de cultura de prevención. Mientras las placas tectónicas se siguen moviendo, en el Instituto Geofísico del Perú (IGP) seguimos haciendo «Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar».

(Columna publicada en el Diario Correo de Arequipa)