Columna de opinión | Potencial geotérmico en zonas volcánicas

Nota Informativa
Por: Yovana Alvarez , analista de Investigación del IGP
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Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

16 de setiembre de 2025 - 4:53 p. m.


La geotermia es una de las maravillas naturales menos conocidas, pero también una de las más prometedoras. Se trata del calor interno de la Tierra, una fuente de energía renovable capaz de transformar la generación eléctrica y de abrir múltiples posibilidades de uso sostenible en beneficio de la sociedad.


En la superficie, este fenómeno se manifiesta a través de géiseres y aguas termales. Pero surge una pregunta clave: ¿cómo identificar en profundidad dónde se ubican estas fuentes de calor? Para ello, la ciencia aplica diversos métodos geofísicos, entre ellos el potencial espontáneo (PE).


El PE registra variaciones de potencial eléctrico en la superficie terrestre originadas por el movimiento de fluidos conductores en el subsuelo. En regiones volcánicas, su utilidad es significativa: permite delimitar sistemas hidrotermales, detectar zonas de alta permeabilidad e identificar fracturas o fallas geológicas. Mapear estas anomalías resulta esencial para avanzar en la exploración de recursos geotérmicos.


Un sistema de este tipo requiere cuatro componentes: una fuente de calor (normalmente una cámara magmática), un acuífero, una capa sello y una roca reservorio. La interacción de estos elementos convierte a las zonas volcánicas en escenarios idóneos para estudiar y aprovechar la energía geotérmica, pues la actividad subterránea eleva la temperatura del subsuelo y facilita su aprovechamiento.


El Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha aplicado el método de PE en volcanes del sur del país, como el complejo Ampato-Sabancaya y el Hualca. El Sabancaya, en erupción continua desde 2016 y considerado el segundo volcán más activo del Perú, ha sido un escenario clave de investigación. Los resultados evidencian la presencia de zonas hidrotermales posiblemente vinculadas al calor de una cámara magmática profunda, además de fracturas y vestigios de lo que pudo ser una antigua caldera de colapso.


Estos hallazgos abren la puerta a ampliar el área de estudio incorporando más estaciones de medición. Con ello se logrará una mejor caracterización de las fuentes de calor y una delimitación más precisa de los sistemas hidrotermales. Experiencias internacionales, como las de Japón y México, demuestran que este método, de bajo costo de adquisición y procesamiento, es una herramienta eficaz y accesible para la investigación geotérmica.


En el futuro, los beneficios de la energía geotérmica podrían multiplicarse a medida que profundicemos en su exploración. Con la aplicación del método de PE, el IGP no solo amplía el conocimiento sobre la dinámica de nuestros volcanes, sino que también contribuye a identificar áreas con alto potencial energético. Así, reafirmamos nuestro compromiso con la gestión del riesgo y el desarrollo sostenible bajo el lema: ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.


Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa