Columna de Opinión | Magnetotelúrica: técnica geofísica que protege

Nota Informativa
Por: Yanet Antayhua, investigadora científica del IGP
1

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

2 de setiembre de 2025 - 2:59 p. m.

El sur del Perú se asienta sobre un escenario geológico tan fascinante como desafiante: la Zona Volcánica Central de los Andes, una de las más activas de Sudamérica. Aquí se concentran 16 volcanes activos y potencialmente activos, algunos muy próximos a ciudades, campos de cultivo y corredores económicos estratégicos. Una eventual erupción no solo pondría en riesgo la vida de miles de personas, sino también la seguridad alimentaria y la economía regional, ligadas a la agricultura, ganadería, minería y turismo.

Frente a esta realidad, la vigilancia e investigación científica de los volcanes haciendo uso de técnicas geofísicas es una necesidad impostergable. Por ello, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha incorporado técnicas innovadoras que permiten comprender mejor el comportamiento dinámico y la estructura interna de estos volcanes. Una de ellas es la magnetotelúrica (MT), un método geofísico de alta resolución que está transformando la forma en que estudiamos el interior de la Tierra.

La MT aprovecha las variaciones naturales de los campos eléctricos y magnéticos de la Tierra, originadas por la interacción del viento solar con la magnetósfera. Estas señales penetran el subsuelo y, al interactuar con rocas, fluidos y gases, generan respuestas que se registran en la superficie. Al procesar estos datos, los científicos elaboran mapas de resistividad eléctrica, claves para identificar agua, minerales, fluidos hidrotermales e incluso reservorios de magma.

Gracias a esta técnica, se ha logrado desentrañar la compleja estructura interna de volcanes como el Misti y el Sabancaya en Arequipa, el Ubinas en Moquegua, y el Casiri y Purupuruni en Tacna. Hoy conocemos con mayor detalle la profundidad y geometría de los reservorios magmáticos, los conductos por donde asciende el magma y la distribución de los sistemas hidrotermales. Antes, estos eran apenas hipótesis basadas en observaciones superficiales.

El cambio es sustancial: de un análisis limitado a la superficie hemos pasado a una radiografía de detalle y completa del interior volcánico. Esta información enriquece el conocimiento científico y se convierte en una herramienta estratégica para la gestión del riesgo y la protección de comunidades.

La magnetotelúrica demuestra cómo la ciencia y la innovación fortalecen la resiliencia de un país expuesto a los embates de la naturaleza. Mientras más precisos sean los diagnósticos, más efectivas serán las políticas de prevención y mejor preparadas estarán nuestras ciudades frente a desastres naturales. El IGP mantiene firme su compromiso: ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.

Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa