Columna de opinión | IGP monitorea tormentas geomagnéticas con su radar ionosférico

Nota Informativa
Por : Danny Scipión, investigador científico del IGP
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Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

6 de junio de 2025 - 10:35 a. m.

Las tormentas geomagnéticas, también conocidas como tormentas solares, son fenómenos generados por liberaciones intensas de energía y partículas cargadas desde el Sol. Estos eventos, que alteran el campo magnético de la Tierra, ocurren con mayor frecuencia durante los periodos de alta actividad solar, como el actual máximo del ciclo solar 25.

Este ciclo, que dura aproximadamente 11 años, marca el paso del Sol de una etapa de calma a otra más activa y eruptiva. En esta fase, fenómenos como las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal se vuelven más comunes, generando impactos que pueden afectar las comunicaciones satelitales, las redes eléctricas y los sistemas de navegación.

Desde el Instituto Geofísico del Perú (IGP), registramos y estudiamos estos fenómenos mediante diversos equipos instalados estratégicamente en el país. Utilizamos receptores GPS/GNSS para medir variaciones del contenido total de electrones en la ionósfera, y una red de magnetómetros que permite detectar alteraciones en el campo magnético terrestre. Gracias a estos instrumentos y la información registrada, incluso calculamos nuestros propios índices de actividad geomagnética en latitudes ecuatoriales.

Pero nuestro principal aliado en este monitoreo es el radar ionosférico más grande y potente del mundo en latitudes ecuatoriales, ubicado en Perú. Con una antena de 300 x 300 m², este radar es capaz de observar la ionósfera ecuatorial hasta cientos de kilómetros de altitud, captando con gran precisión las perturbaciones que se producen durante las tormentas solares.

Los efectos de estas tormentas han sido visibles recientemente en diversas partes del mundo, con auroras observadas en latitudes medias. Aunque desde el Perú no se perciben estos efectos a simple vista, nuestros instrumentos han registrado señales claras de su impacto.

Durante el último fin de semana de mayo, se detectaron alteraciones en el campo magnético terrestre. El 28 de mayo se registró un valor de Kp=6 (actividad moderada) y el 1 de junio se alcanzó un pico de Kp=8, correspondiente a una tormenta geomagnética severa (G4). Estos cambios han afectado directamente la ionósfera, generando oscilaciones notables en las velocidades de deriva vertical de plasma.

Estas observaciones, así como las detectadas durante el 2024, requieren de un análisis más profundo que nos permita comprender mejor la interacción entre nuestro planeta Tierra y el Sol. Así, el IGP continúa con su labor de vigilancia ionosférica, generando conocimiento clave para la protección y el desarrollo del país, bajo nuestro lema: “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.

Columna de opinión publicada en el diario El Peruano