Columna de Opinión | El Niño Costero: estado y pronóstico en 2025
Nota InformativaPor Kobi Mosquera, investigador científico del IGP

29 de abril de 2025 - 2:03 p. m.
El mar peruano se volvió a calentar este verano, generando lluvias inusuales en el norte peruano y recordándonos lo frágiles que seguimos siendo frente a los cambios del clima. ¿Qué significan estos cambios recientes? ¿Estamos ante un nuevo riesgo de El Niño Costero?
Durante los primeros meses de 2025, se observó un calentamiento anómalo frente a la costa norte y centro del Perú, lo que provocó precipitaciones por encima de lo normal, sobre todo en el norte del país. Aunque estas lluvias no alcanzaron la magnitud de eventos anteriores, dejaron en evidencia, una vez más, nuestra alta vulnerabilidad.
Este calentamiento llevó a que la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno «El Niño» (ENFEN) cambiara, mediante un comunicado extraordinario, el estado de No Activo a Vigilancia de El Niño Costero en su sistema de alerta. La Vigilancia de El Niño Costero se mantuvo hasta la quincena de abril, cuando se retornó al estado No Activo; es decir, de acuerdo con el análisis de las condiciones oceánicas y atmosféricas, así como con la información promedio de los modelos de pronóstico climático, no se esperan temperaturas anómalas, al menos en los siguientes tres meses.
Actualmente, las condiciones oceánicas y atmosféricas no muestran alteraciones anómalas relevantes en la región del Pacífico. De manera similar, el promedio de los pronósticos numéricos de los modelos climáticos, basado en la información disponible a inicios de abril, no anticipa cambios importantes en el clima hasta fines de 2025. Sin embargo, es importante considerar que estos resultados son menos precisos que los que se obtendrán a partir de junio, debido a la llamada Barrera de Predictabilidad del ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), que se manifiesta entre abril y mayo (y, en ocasiones, hasta junio), y que aún constituye un tema de investigación no resuelto. Esta situación obliga a la comunidad encargada del pronóstico de El Niño a mantenerse atenta tanto a cualquier cambio en el mar y la atmósfera como a los nuevos resultados de los modelos climáticos.
En resumen, debemos mantenernos vigilantes y, en este periodo de "calma", ejecutar o culminar las obras necesarias que permitan al Perú enfrentar un evento como El Niño, que causa tantos daños, principalmente debido a nuestra vulnerabilidad. El Instituto Geofísico del Perú (IGP), como órgano adscrito al Ministerio del Ambiente (MINAM), continuará con su labor de monitoreo y pronóstico para contribuir con la Comisión Multisectorial del ENFEN, siempre en línea con hacer «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en diario Correo Arequipa
Durante los primeros meses de 2025, se observó un calentamiento anómalo frente a la costa norte y centro del Perú, lo que provocó precipitaciones por encima de lo normal, sobre todo en el norte del país. Aunque estas lluvias no alcanzaron la magnitud de eventos anteriores, dejaron en evidencia, una vez más, nuestra alta vulnerabilidad.
Este calentamiento llevó a que la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno «El Niño» (ENFEN) cambiara, mediante un comunicado extraordinario, el estado de No Activo a Vigilancia de El Niño Costero en su sistema de alerta. La Vigilancia de El Niño Costero se mantuvo hasta la quincena de abril, cuando se retornó al estado No Activo; es decir, de acuerdo con el análisis de las condiciones oceánicas y atmosféricas, así como con la información promedio de los modelos de pronóstico climático, no se esperan temperaturas anómalas, al menos en los siguientes tres meses.
Actualmente, las condiciones oceánicas y atmosféricas no muestran alteraciones anómalas relevantes en la región del Pacífico. De manera similar, el promedio de los pronósticos numéricos de los modelos climáticos, basado en la información disponible a inicios de abril, no anticipa cambios importantes en el clima hasta fines de 2025. Sin embargo, es importante considerar que estos resultados son menos precisos que los que se obtendrán a partir de junio, debido a la llamada Barrera de Predictabilidad del ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), que se manifiesta entre abril y mayo (y, en ocasiones, hasta junio), y que aún constituye un tema de investigación no resuelto. Esta situación obliga a la comunidad encargada del pronóstico de El Niño a mantenerse atenta tanto a cualquier cambio en el mar y la atmósfera como a los nuevos resultados de los modelos climáticos.
En resumen, debemos mantenernos vigilantes y, en este periodo de "calma", ejecutar o culminar las obras necesarias que permitan al Perú enfrentar un evento como El Niño, que causa tantos daños, principalmente debido a nuestra vulnerabilidad. El Instituto Geofísico del Perú (IGP), como órgano adscrito al Ministerio del Ambiente (MINAM), continuará con su labor de monitoreo y pronóstico para contribuir con la Comisión Multisectorial del ENFEN, siempre en línea con hacer «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en diario Correo Arequipa