Columna de Opinión | Sabancaya: ¿hacia el final de su proceso eruptivo?
Nota InformativaPor Riky Centeno, vulcanólogo del IGP

Fotos: IGP
1 de abril de 2025 - 11:26 a. m.
El volcán Sabancaya se ha destacado en la actualidad como el único coloso activo en proceso eruptivo en el país. Ubicado en la región Arequipa, este macizo de 5960 m s. n. m. ha mantenido en vilo a comunidades aledañas, autoridades y científicos desde noviembre de 2016, cuando inició su actual fase eruptiva.
Sin embargo, las recientes observaciones realizadas por el Instituto Geofísico del Perú (IGP), del Ministerio del Ambiente (MINAM) sugieren un cambio significativo en su comportamiento eruptivo. En los últimos tres meses, el promedio diario de explosiones y eventos sísmicos vinculados al movimiento de fluidos magmáticos al interior del volcán ha disminuido considerablemente. Este valor contrasta con las 34 explosiones diarias promedio documentadas hasta junio de 2024.
Un hecho aún más revelador: la última actividad asociada a emisiones de cenizas en el Sabancaya se registró el 1 de febrero de 2025. Adicionalmente, las mediciones de deformación del edificio volcánico muestran tasas de inflación significativamente menores en comparación con años anteriores, mientras que las anomalías térmicas detectadas por satélite han disminuido a niveles mínimos.
¿Qué significa esta reducción en la actividad volcánica? El IGP, como entidad responsable de la vigilancia volcánica en el país, analiza detalladamente lo que podría ser la posible finalización del actual proceso eruptivo del Sabancaya. La disminución de múltiples parámetros (sismicidad, deformación, emisiones de gases y anomalías térmicas) sugiere un cese o aporte menor de magma fresco en la cámara magmática desde niveles más profundos.
En consecuencia, el IGP evaluará en las siguientes semanas la posibilidad de disminuir el nivel de alerta a color amarillo (en lugar de la naranja actual), lo que representaría un cambio en el nivel de peligro después de varios años. No obstante, esta modificación se hará bajo el estricto análisis de los datos de monitoreo y la evaluación de todos los parámetros de actividad del volcán.
Es fundamental comprender que esta posible conclusión del actual proceso eruptivo no significa una interrupción en las labores de vigilancia volcánica. Por el contrario, el IGP mantiene el compromiso de continuar realizando el monitoreo permanente y en tiempo real para documentar científicamente este probable cierre de ciclo, un fenómeno tan importante como el inicio de la erupción. Este periodo ofrece una oportunidad única para expandir nuestro conocimiento sobre los procesos que gobiernan el final de las erupciones volcánicas de larga duración. IGP: «Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en diario Correo Arequipa
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