Columna de opinión | El cometa que desafía el olvido
Nota InformativaPor Nobar Baella, investigador científico del IGP

Fotos: IGP
11 de octubre de 2024 - 2:49 p. m.
Durante estos días, antes de la salida del sol, numerosos fotógrafos alrededor del mundo han venido registrando la presencia de un visitante proveniente de las profundidades del sistema solar: el cometa Tsuchinshan-ATLAS. Este visitante solo tiene boleto de ida, ya que es muy probable que no regrese más.
Aunque por ahora no es fácilmente visible a simple vista, se espera que a partir del próximo domingo 13 de octubre lo sea, esta vez después de la puesta del Sol, en dirección del horizonte oeste. En la última semana, desde el Instituto Geofísico del Perú (IGP), hemos podido registrar su recorrido gracias a una de las cámaras de vigilancia del volcán Ubinas.
El nombre de este cometa proviene de los dos observatorios que tuvieron el crédito por su descubrimiento: El Observatorio de Montaña Púrpura (Tsuchinshan), en China y otro dedicado a detectar objetos próximos a la Tierra con peligro de impacto (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System, ATLAS). Su descubrimiento fue a inicios del año 2023.
Hace mucho tiempo, se culpaba a los cometas de ser anunciantes de malas noticias. Por ejemplo, nuestro escritor Ricardo Palma, en el año 1910, en respuesta al anuncio catastrófico de un astrónomo de la época por el paso de la Tierra por la cola del cometa Halley, advertía «… haber avisado a mis paisanos y amigos que corremos el riesgo de que el 18 de mayo de 1910 seamos víctimas de una gran mataperrada, no por obra de politiqueros de plazuela sino de astrónomos fantaseadores».
En 1986, durante el siguiente paso del cometa Halley, el IGP publicó guías de observación para poder ubicarlo en cielos peruanos. Esto provocó que una gran cantidad de personas viajara a las playas del sur para observarlo, aunque esta vez sin el halo apocalíptico de su última visita.
Dicen que los cometas son como los gatos: ambos tienen cola y hacen lo que quieren. Así ocurrió con el actual nuevo cometa que, en abril de este año, bajó de brillo súbitamente, haciendo pensar que no tendría el gran brillo esperado. Afortunadamente, lo recobró, y con ello, la esperanza de que a partir del próximo 13 de octubre tengamos un gran cometa con cabeza y cola visible a simple vista después de la puesta del Sol. Esperemos que así sea.
Así como en el pasado el IGP registró el cometa Halley, hoy la presencia de un nuevo cometa, captada con las imágenes de vigilancia del volcán Ubinas, rinde un homenaje simultáneo a dos maravillas naturales, una de la Tierra y la otra del universo. IGP: «Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en el diario El Peruano