Columna de Opinión | Incendios forestales y aerosoles de carbono negro

Nota Informativa
Por René Estevan, investigador científico del IGP
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Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

24 de setiembre de 2024 - 10:14 a. m.

Los incendios forestales pueden originarse tanto por causas naturales como antrópicas. Según diversos estudios, entre el 80 % y 90 % de los incendios forestales a nivel mundial son provocados por la acción humana. La actividad agrícola y la deforestación están entre las principales causas de estos incendios, y Perú no es una excepción. Las autoridades del país han revelado que más del 90 % de los incendios recientes en el territorio peruano se deben a la práctica ancestral de quema de pastos.


El daño a la flora y la fauna silvestre son consecuencias directas de los incendios forestales y son, sin duda, las más graves. Pero, ¿acaso son las únicas? Desde el punto de vista ambiental, los incendios forestales también afectan gravemente la calidad del aire.


Lo explicamos. En el proceso de combustión de la biomasa, es decir, de la vegetación, se liberan grandes cantidades de gases y partículas. Las más pequeñas, conocidas como aerosoles de carbono negro, pueden ser transportadas por las masas de aires a cientos y miles de kilómetros de distancia. Estos aerosoles tienen efectos directos sobre la radiación solar que alcanza la superficie terrestre y representan una amenaza para la salud humana.


Además, los aerosoles de carbono negro tienen la capacidad de absorber la radiación solar incidente. Al depositarse sobre los glaciares tropicales del Perú, alteran el albedo del glaciar, es decir, su capacidad de reflejar la radiación solar incidente. Como resultado, una parte de la radiación es absorbida por la superficie del glaciar, lo que acelera el derretimiento de la nieve y, por tanto, contribuye al retroceso glaciar en regiones de montaña.


La deposición del carbono negro proveniente de incendios forestales tiene un efecto profundo y negativo sobre el medio ambiente, ya que también altera los ciclos hídricos regionales y contribuye al cambio climático global. Si consideramos el alcance de estas consecuencias, sus efectos repercuten directamente en las comunidades que dependen de los glaciares como fuente de agua y reguladores climáticos.


Los desafíos relacionados con esta problemática son significativos y cada vez mayores. Desde el Instituto Geofísico del Perú (IGP) estamos desarrollando investigaciones para identificar y cuantificar las causas e impactos de los incendios forestales, así como la dinámica y el comportamiento de los aerosoles de carbono negro. Este conocimiento es clave para la protección del medio ambiente y la población. IGP: «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».


Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa