Columna de Opinión | Sequías e incendios forestales
Nota InformativaPor Ricardo Zubieta, investigador científico de IGP

Fotos: IGP
10 de setiembre de 2024 - 1:53 p. m.
Las sequías se caracterizan por la reducción de la lluvia por debajo de sus valores normales. Si esto se da en un tiempo prolongado (semanas a años) se manifiesta como una sequía meteorológica, la cual puede conducir a una sequía agrícola que está asociada a la disminución del contenido de humedad en el suelo debido a la ausencia directa de la lluvia.
Una sequía, indefectiblemente, afecta el ciclo del agua y, al extenderse en duración, tiende a ocasionar una sequía hidrológica, la cual está asociada a una reducción en niveles por debajo de lo normal de los caudales de los ríos o recarga de aguas subterráneas. Por ejemplo, en la Amazonía, sequías hidrológicas como las de los años 2005 y 2010 afectaron drásticamente el transporte fluvial, lo que produjo el incremento de los precios de muchos productos debido a las limitaciones surgidas para su transporte. Un panorama similar se viene observando este año en algunos ríos de la región Loreto.
Ahora bien, cada tipo de sequía puede impactar la economía, tanto de forma conjunta como individual. En la región andina, por ejemplo, las sequías pueden reducir la humedad del suelo, esencial para la agricultura de secano (que depende de la lluvia), o disminuir el agua almacenada en reservorios, que es vital para el consumo humano y agrícola. La vegetación silvestre, como pastizales y bosques, también se ve afectada: cuando no llueve, las plantas pierden humedad, lo que las convierte en un material inflamable que aumenta el riesgo de incendios forestales.
La presencia de este combustible vegetal seco y el uso del fuego con fines de limpieza agrícola previo a la siembra, y regeneración de pastizales, incrementan el riesgo de incendios hasta que la nueva temporada de lluvias se desarrolle a plenitud. La ocurrencia de incendios se puede incrementar severamente durante periodos prolongados sin lluvias, tal como fueron los casos de 2005, 2010, 2016 y 2020, años en que los incendios aumentaron hasta un 400 %. De hecho, en noviembre de 2016, algunos distritos de Cajamarca y Lambayeque fueron declarados por el Gobierno en estado de emergencia por incendios forestales.
Ante el cambio climático, las sequías e incendios representan peligros. En nuestro país, se han establecido medidas de adaptación frente a estos eventos. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) contribuye a estas acciones desarrollando investigaciones acerca de las sequías, incendios y sus impactos. Así, seguimos haciendo «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa