Columna de Opinión | Población y uso del fuego en los Andes
Nota InformativaPor Mélida Roman, asistente de investigación del IGP
Fotos: IGP
27 de agosto de 2024 - 3:50 p. m.
El uso del fuego en los Andes es una tradición profundamente arraigada en la vida rural para los agricultores y ganaderos. La quema es una herramienta considerada esencial por ellos para limpiar terrenos y renovar pastizales ya que facilita algunas tareas en la producción agrícola y ganadera. Sin embargo, aunque resulta útil, cuando se descontrola puede convertirse en un incendio e impactar negativamente en la población, el suelo o la vegetación, y prolongar su recuperación durante varios años. A pesar de los riesgos asociados, la quema sigue siendo vista como una alternativa práctica en la agricultura.
Ante este dilema, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) desarrolló un estudio para entender la relación de la población con el fuego en las comunidades de Macay y Salloc (región Cusco), lo cual es vital para entender las causas de los incendios y desafíos pendientes.
Un aspecto clave que emerge de los testimonios recogidos es la idea de que la quema, llevada a cabo de manera controlada en pastizales naturales, puede resultar bastante favorable para los pastos. No obstante, entienden que las consecuencias de un incendio intenso y prolongado en el tiempo pueden ser extremadamente perjudiciales. Los pobladores entrevistados en estas comunidades han experimentado de primera mano las dificultades para controlar el fuego, especialmente cuando los vientos aumentan inesperadamente y aceleran la propagación del fuego. Las comunidades campesinas tienen una comprensión valiosa sobre el manejo del fuego y las consecuencias de su mal uso.
¿Cuál es el reto? En última instancia, lograr una adecuada regulación del uso del fuego en las comunidades. A pesar de la existencia de un marco legal que prohíbe la quema de rastrojos agrícolas y establece sanciones para quienes provoquen incendios, la frecuencia de estos eventos ha ido en aumento en las últimas décadas en todo el Perú.
Esta realidad refleja la necesidad de desarrollar estrategias que incluyan el uso del fuego como parte integral de las actividades agrícolas y ganaderas, de forma controlada, en lugar de su total prohibición. Las prácticas de quemas prescritas que son comunes en otras partes del mundo podrían ser una alternativa de solución en el contexto nacional.
Recientemente, el IGP ha recibido la aprobación y financiamiento de Prociencia para desarrollar un proyecto de investigación sobre quemas controladas. El objetivo es proponer medidas más efectivas para reducir los impactos de los incendios forestales, ya que la ciencia es una herramienta fundamental para enfrentar estos desafíos. IGP: «Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa
Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa