Segunda oportunidad de vida

Rogelio Inga, un hombre de 35 años originario de Huápalas, vivió una experiencia médica trascendental luego de ser sometido a una intervención quirúrgica de alta complejidad. El paciente ingresó al Hospital Chulucanas, con hemiparesia izquierda (debilidad en el lado izquierdo del cuerpo) y una escala de Glasgow de 12 puntos, lo que indicaba un nivel de conciencia moderadamente alterado. Los exámenes de imágenes realizados indicaron la presencia de un absceso cerebral, lo que llevó a la intervención inmediata.

Rogelio fue sometido a una craneotomía parietal derecha, una cirugía en la que se hizo una abertura en el cráneo para acceder al cerebro. Durante la operación, se realizó también una exéresis de absceso cerebral, que consistió en eliminar el absceso (acumulación de pus) del cerebro para controlar la infección y reducir la presión intracraneal. Tras la cirugía, Rogelio fue trasladado a la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI), donde su condición fue monitoreada de cerca.

El tratamiento posterior fue igualmente crucial. Rogelio pasó más de dos meses en la Unidad de Enfermedades Infecciosas Tropicales y Dermatológicas (UEITD), donde un equipo multidisciplinario de especialistas en infectología y neurocirugía trabajaron en conjunto para garantizar su recuperación. Además, el servicio de Terapia Física y Rehabilitación intervino en su proceso de recuperación, ayudando a mejorar su movilidad y función motora tras la hemiparesia que había desarrollado.

Gracias a la atención integral y al compromiso del equipo médico, Rogelio ha mostrado una notable mejoría, lo que demuestra el impacto de una atención médica especializada y colaborativa en casos complejos como el suyo. La recuperación de este paciente es un testimonio de la importancia de contar con equipos médicos altamente capacitados, que puedan abordar de manera eficaz y coordinada patologías tan graves y complejas como el acceso cerebral.