Más de 200 mil mujeres son protagonistas de proyectos productivos de Foncodes

La mujer peruana tiene un rol preponderante y protagónico en los proyectos sociales y productivos que gestiona el Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social, Foncodes, programa nacional del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, en el marco de la Política Nacional de Desarrollo e Inclusión Social al 2030.

 

De un total de 396 mil 513familias usuarias de Haku Wiñay/Noa Jayatai (vamos a crecer), 202 mil 221  mujeres (51%) son jefas de hogar y están empoderadas en tecnologías productivas con cultivos agroecológicos en biohuertos, crianza tecnificada de animales menores, manejo de sistemas de riego por aspersión y de abonos orgánicos, y usan cocinas mejoradas a leña. 

 

Asimismo, las mujeres del ámbito rural lideran sus propios emprendimientos; producen y venden productos naturales y transformados en las ferias locales y regionales, y suelen administrar con responsabilidad y sentido de equidad el dinero que ingresa al hogar. 

 

Los negocios en los que participan las mujeres son del rubro agropecuario, agroindustrial, artesanal y de servicios, donde ponen a prueba su esfuerzo, creatividad y liderazgo.

 

Foncodes con el proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai, empodera a la mujer de la sierra y la selva como usuarias, presidentas o tesoreras de los núcleos ejecutores, yachachiq y lideresas de emprendimientos rurales inclusivos.

 

La presencia permanente de las mujeres en este tipo de proyectos que se financias con recursos públicos, ha hecho que entren en un proceso de afirmación de su autoestima y empoderamiento, alineado al enfoque de igualdad de oportunidades que promueve Foncodes como parte de la lucha contra la pobreza en el mundo rural.

 

La presencia de la mujer ha ido en ascenso en todo el proceso de intervención del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai. Por ejemplo, en forma frecuente son elegidas en asambleas comunales para asumir el cargo de tesoreras de los Núcleos Ejecutores, y administrar los fondos que transfiere Foncodes a los proyectos productivos. Por su honestidad, la población confía más en ellas.

 

Las mujeres rurales como lideresas del cambio, trabajan conjuntamente con su familia para contribuir a la alimentación sus hijos, y muchas veces solas afrontan grandes responsabilidades. Y como dirigentas son ejemplo de entereza y responsabilidad.