El despegue de las familias de comunidades rurales de Huancavelica con tecnificación de la agricultura familiar y emprendimientos

Unos 26 552 hogares que viven en comunidades rurales de las provincias de Acobamba, Angaraes, Churcampa, Huancavelica, Tayacaja, Huaytará, en la región Huancavelica, pasaron de estar viviendo en situación de pobreza y pobreza extrema a tecnificar sus actividades productivas y gestionar sus propios emprendimientos, generando impactos en seguridad alimentaria y en sus condiciones de vida, de la mano de Foncodes, a través del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai (Vamos a crecer), que pertenece al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).

 

Cultivan hortalizas (a campo abierto y en fitotoldos), siembran tubérculos y granos en pequeñas parcelas con riego presurizado, producen abonos orgánicos, crían animales menores (cuyes, gallinas y cerdos), tienen ordenadas sus viviendas (usan cocina mejorada, consumen agua segura y ordenan los espacios del hogar); y además gestionan sus propios emprendimientos agropecuarios, agroindustriales, artesanías y de servicios.

 

Estas tecnologías productivas las realizan las familias usuarias con el acompañamiento permanente de los yachachiq (líderes locales con conocimientos en agropecuaria) en un periodo de tres años, en el cual reciben capacitación, asistencia técnica y activos que los ayudan a salir adelante. La intervención del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai está generando un cambio progresivo que se evidencia en cada vivienda de familia usuaria. 

 

En el periodo del 2013 al 2022, Foncodes a través de la Unidad Territorial Huancavelica, con una inversión acumulada de 129.9 millones de soles, unas 26 552 familias han sido incorporadas a la economía agropecuaria tecnificada en caseríos y pequeñas comunidades de los distritos de  Palca, Yauli, Acraquia, Huachocolpa, Huaribamba, Pampas, Surcubamba, Andabamba, Paucará, Anchonga, Manta, Moya, Pilchaca, Vilca, Acostambo, Colcabamba, Roble y Pichos,  jurisdicción de las provincias de Churcampa, Tayacaja, Acobamba, Angaraes y Huancavelica.

 

Asimismo, se han implementado 1222 emprendimientos rurales inclusivos agropecuarios, agroindustriales, artesanías y de servicios, en los cuales trabajan 4265 familias organizadas.

 

Estas actividades productivas han tenido un impacto directo en la seguridad alimentaria y la dinámica de ingresos económicos, producto de la venta en los mercados locales y regionales. Con el dinero obtenido, compran arroz, azúcar, sal, aceite, jabón y otros; el dinero ganado también sirve para los gastos escolares; e inclusive una parte es destinada para el ahorro para potenciar el negocio que tienen o emprender uno nuevo.