El agua en las microcuencas: una apuesta por la agricultura familiar y la resiliencia climática

El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) a través del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai de FONCODES, trabaja con el proyecto “Andes Resilientes al Cambio Climático” para fortalecer y potenciar la gestión territorial del agua en zonas rurales andinas.

El propósito es mejorar significativamente la disponibilidad del recurso hídrico para la agricultura familiar y la producción de alimentos, de modo que permita a las familias incrementar su capacidad adaptativa, en un contexto retador como el cambio climático.

FONCODES ha iniciado el proceso de elaboración participativa de herramientas técnicas para la gestión territorial de los recursos hídricos a nivel de microcuencas en zonas rurales andinas y con enfoque de siembra y cosecha de agua, en el marco de las celebraciones por el Día Mundial del Agua que se conmemora el 22 de marzo.

El agua es parte de los ejes de política del MIDIS, y en el caso de las acciones de desarrollo de capacidades productivas que implementa Haku Wiñay/Noa Jayatai en los territorios rurales, es un recurso habilitador de otros derechos que permite que las familias con agricultura de subsistencia avancen hacia pequeñas economías de mercado. En este proceso el agua es un elemento articulador y condición clave para desplegar oportunidades de bienestar y desarrollo.

En alianza con los gobiernos subnacionales y la cooperación técnica internacional, se busca la mejora de la disponibilidad de agua para riego. Se ha logrado ya con el Gobierno Regional de La Libertad la construcción de 101 micro reservorios; y se tiene programado otros 105 con el Gobierno Regional de Cajamarca. Entre tanto, se está coordinando con el Gobierno Regional de Huancavelica, la programación para disponer de más reservorios.

Para orientar a todos las instituciones públicas y privadas en la gestión del agua, por unidades hidrográficas (microcuencas) en la zona andina y con el apoyo del proyecto “Andes Resilientes al Cambio Climático”, se elaborarán los instrumentos para facilitar el trabajo en beneficio de la pequeña agricultura familiar y comunitaria.

En una primera etapa, la formulación de las herramientas técnicas tomará cuatro (4) meses y se elaborarán cuatro (4) guías y un (1) manual con orientaciones para el inventario, diagnóstico y planificación de la gestión de los recursos hídricos a nivel de microcuencas, y un manual con la integración de varias tecnologías con el enfoque de siembra y cosecha de agua para la agricultura familiar.

Estas herramientas facilitarán la transición desde la mirada institucional de gestión de recursos hídricos por cuencas hacia niveles de microcuencas, con una gestión del agua más cercana a la población, reduciendo tensiones y conflictos por el acceso a este recurso. En ese sentido, promueve la coordinación intersectorial con una perspectiva de adaptación al cambio climático.

Los materiales se insertarán como herramientas del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai, para uso de funcionarios, técnicos y coordinadores de las Unidades Territoriales de FONCODES, de los Núcleos Ejecutores Centrales, yachachiq y otros actores territoriales relacionados a la gestión del agua como los técnicos de campo de gobiernos regionales, locales, del sector privado y de cooperación internacional.

La iniciativa es parte de la colaboración técnica entre el MIDIS, -contraparte nacional del proyecto “Andes Resilientes al Cambio Climático”- junto a los Ministerios de Desarrollo Agrario y Riego, y del Ambiente. Andes Resilientes inició sus actividades en octubre del 2020, y es facilitado por el consorcio Helvetas-Fundación Avina, con apoyo de la Cooperación Suiza COSUDE en Perú, Bolivia y Ecuador.

En la agricultura familiar de la zona andina, menos del 20% tiene riego, pero a su vez las familias con las cuales trabaja Haku Wiñay/Noa Jayatai, menos del 15% tienen este servicio, por lo tanto, la conducción de sus cultivos depende exclusivamente de las lluvias, las mismas que por el cambio climático, se están volviendo más erráticas, afectando la producción agropecuaria y por lo tanto, desmejorando los niveles de alimentación y nutrición de las familias, y casi sin ningún excedente para los mercados.