Cultivos de fresas ecológicas en fitotoldos y ‘casitas calientes’ ante las heladas reconocidas como Buenas Prácticas de Gestión Pública 2020

Nota de prensa
Dos experiencias de los proyectos Haku Wiñay y Mi Abrigo en recta final para los primeros puestos en las categorías “Promoción del Desarrollo Económico e “Inclusión Social”

24 de octubre de 2020 - 2:17 p. m.

La producción de fresas ecológicas en fitotoldos en zona altoandina y ‘casitas calientes’ para proteger a los hogares rurales de las heladas, gestionados y financiados por los proyectos Haku Wiñay/Noa Jayatai y Mi Abrigo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social a través de Foncodes, fueron seleccionadas y reconocidas como Buenas Prácticas en Gestión Pública 2020.

Este reconocimiento fue otorgado por la organización Ciudadanos al Día y la Universidad del Pacífico. Las experiencias se encuentran en la recta final de los Premios Buenas Prácticas en Gestión Pública 2020, en las categorías “Promoción del Desarrollo Económico” e “Inclusión Social”, respectivamente.

La experiencia “Producción de Fresas Ecológicas Andinas generan ingresos autónomos en hogares rurales con economías de subsistencia de comunidades de Coya - Calca”, se desarrolla en las comunidades de Patabamba, Kenko y Sihua, en el distrito de Coya, en Cusco.

Cuarenta familias usuarias del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai de Foncodes gestionan cinco pequeños emprendimientos rurales inclusivos para el cultivo de fresas ecológicas en invernaderos artesanales (fitotoldos) y con riego por goteo. De esta forma se generó un microclima óptimo, protegido de heladas y granizadas, con alta producción de fresas y a bajo costo, como resultado de la asistencia técnica y capacitación (construcción de invernaderos, manejo de suelo, abono orgánico, riego por goteo, y siembra, cultivo, cosecha y comercialización). De este modo se ha incrementado la producción y productividad, y por tanto el margen de utilidad para los pequeños productores, quienes tienen ahora mejores perspectivas de bienestar familiar y salida de la pobreza.

Antes de la intervención de Foncodes, eran muy pocas las familias dedicadas al cultivo de fresas en la zona, que obtenían 960 kilogramos al año y vendían a 4 soles. Ahora, hay más familias involucradas en el negocio con mejores técnicas de producción: hoy son 40 familias y cosechan hasta 49,500 kilos por año, con un precio de venta que oscila entre 7 a 10 soles por kilo.

La calidad de las fresas ecológicas y el incremento significativo de la producción, facilitaron su articulación al mercado local y regional, y a un precio de venta superior al de la fresa convencional. Hoy, el cultivo de fresas se ha constituido en una de las principales fuentes que dinamiza la economía de estas poblaciones rurales del distrito cusqueño de Coya.

‘Casitas calientes’

La experiencia “Programa Mi Abrigo: Casitas calientes y seguras ante las heladas”, se desarrolla desde el año 2017 en 13 departamentos de la sierra, y está orientado a proteger la salud y la vida de los hogares rurales que habitan sobre los 3,500 metros de altitud y en zonas de riesgo alto y muy alto riesgo de heladas.

Cada año, entre los meses de mayo y agosto, la población altoandina es afectada por las heladas, con infecciones respiratorias agudas y neumonías, algunas veces con saldos trágicos. Se ve afectada también su actividad económica y la asistencia escolar. A fines de 2016, el Midis a través de Foncodes investigó y se acercó a las universidades, encontrando en la experiencia del Grupo de Apoyo Rural de la Pontificia Universidad Católica del Perú – PUCP, la investigación e implementación del Proyecto Koñichuyawasi (Casita Caliente-Limpia), adaptándolo y mejorándolo para masificarlo mediante el modelo de gestión Núcleos Ejecutores.

Así, desde el año 2017, Foncodes desarrolla el programa Mi Abrigo, que acondiciona viviendas de adobe expuestas a heladas, respetando sus hábitos y el esfuerzo de las familias en su construcción; complementándolas con instalación de cocinas mejoradas a leña o bosta. A la fecha, son 7,443 ‘casitas calientes’ acondicionadas para igual número de familias de Arequipa, Puno, Cusco, Apurímac, Lima, Junín, Tacna, Moquegua, Huancavelica, Áncash, Huánuco, Pasco y Ayacucho.

Los trabajos de acondicionamiento consisten en la instalación de un muro “trombe” o pared caliente (estructura volumétrica de madera con láminas de policarbonato adosada a la pared del dormitorio que está más expuesta a los rayos solares), el cual acumula aire caliente y lo trasvasa al interior de la habitación mediante tubos PVC). Incluye, asimismo, instalación de doble puerta y doble ventana, piso de madera machihembrada, y techo tipo cielo raso con malla arpillera, aislamiento térmico con yeso y cola; y reforzamiento de muros con geomallas de polímero ante la ocurrencia de sismos.

Las “casitas calientes” del programa Mi Abrigo forman parte del Plan Multisectorial ante las Heladas y Friaje que impulsa el Estado.

Sábado, 24 de octubre de 2020

Unidad de Comunicación e Imagen

FONCODES